Crítica a la generación perdida
Estoy harto de la crisis. De sus efectos y, cada vez más, de leer sobre ella. Estoy harto de oír hablar de la generación más preparada de la historia de España, a la que creo pertenecer, y darme cuenta de que la formación que recibimos nos adormece, nos prepara para un mercado laboral inexistente, para ser empleados, pero no para emplear o generar empleo. No somos líderes. Somos borregos, no creamos, no sabemos nadar contra corriente. A pesar de nuestros infinitos títulos académicos, no hemos sabido tomar las riendas y cambiar lo que no funciona. Mandan los de siempre, porque les votamos. De vez en cuando protestamos porque se nos niega aquello a lo que creemos tener derecho, pero por lo que nunca hemos luchado. Somos hijos de la clase media, sometidos a la idiocracia.— Hugo Alonso.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.