Cuatro partidos se reparten por vez primera los escaños alaveses

No solo ha hecho historia Amaiur logrando el primer triunfo electoral de la izquierda abertzale en Euskadi -en escaños, aunque no así en votos-. Su entrada en el tablero alavés supone que, por vez primera desde la restauración de la democracia, cuatro formaciones se reparten los otros tantos escaños que se hallan en juego en este territorio.

Desde las primeras elecciones generales, celebradas en junio de 1977, la formación que triunfaba en Álava se hacía con dos sillones en la Carrera de San Jerónimo, dejando uno para cada uno de los otros dos. Esta vez, en cambio, Amaiur traduce su éxito en toda Euskadi en sumar el primer diputado que la izquierda abertzale tiene por este territorio en toda su historia. El honor corresponde a Iker Urbina (Vitoria, 1977), un abogado que ha llevado en la Audiencia Nacional la defensa de los acusados en el juicio de Jarrai-Haika-Segi. Ya fue candidato por ANV a las Juntas Generales de Álava en 2007.

El dato que una vez más se repite, eso sí, es que quien triunfa en España en unas elecciones generales lo hace también en Álava. El PP se impone en número de votos en este cuádruple empate con más de 6.000 votos por encima del segundo clasificado, el PSE. Sin embargo, la lista que encabeza el reelegido Alfonso Alonso no consigue su objetivo de sumar el segundo diputado, lo que suponía un punto fundamental para que el PP lograse el objetivo que se había marcado de conseguir cinco parlamentarios en Euskadi.

Dirigentes populares reconocían en los últimos días la dificultad de lograr un segundo escaño alavés, ya que ello suponía lograr una muy amplia ventaja sobre el cuarto clasificado, doblándolo casi, una distancia que al final se sitúa en cerca de 14.000 votos.

Al PP no le vale para su objetivo que Álava sea el único de los tres territorios de la comunida autónoma en el que crece tanto en votos como en porcentaje, incluso por encima de las municipales y forales celebradas el pasado mes de mayo que le devolvieron al Gobierno de sus dos principales instituciones: el Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación de Álava.

Tanto el diputado general, Javier de Andrés, como el alcalde de la capital provincial, Javier Maroto, se volcaron en la campaña para asentar con su gestión el discurso de sus candidatos.

"Hemos consolidado el resultado de mayo y cumplido el objetivo de reducir la distancia tan brutal de 14 puntos que nos sacaron los socalistas en las pasadas elecciones generales", defendía anoche un destacado miembro de la ejecutiva del PP vasco. "La coyuntura claramente ha cambiado y la irrupción de Amaiur nos ha complicado la vida", añadía a EL PAÍS.

Los populares consideran que han consolidado su espacio, asentado además después de varios meses de gestión foral y en el principal consistorio de la provincia, pero reconocen que el papel que juega la coalición abertzale le impide traducir la caída de los socialistas como en el resto de España.

"No pensábamos que los nacionalistas se iban a movilizar de esa manera y que se iba a pensar más en clave nacional. Al final, los nacionalistas se han dedicado a votarse a sí mismos", reconocía anoche un dirigente del PP alavés.

El PSE sufre una sangría de 30.000 votos y 17 puntos con respecto a las generales de 2008, pero logra mantener el segundo puesto y el escaño del ministro de la Presidencia, desde hoy en funciones, Ramón Jáuregui.

El PNV cae al último puesto repitiendo prácticamente los resultados de hace tres años -cede menos de 150 votos-, pero consigue su objetivo de mantener el escaño de Emilio Olabarria, quien está presente en la Carrera de San Jerónimo desde el año 1986. Eso sí, el PNV logra en esta provincia, donde se ha visto sacudido por el escándalo de supuesta corrupción del caso De Miguel su resultado más adverso de las tres provincias, lo que complica todavía más la situación en que se encuentra su jefe de filas provincial, Iñaki Gerenabarrena.

El PP gana de nuevo en Vitoria como hace seis meses, pero lo hace además en otros 21 consistorios de la provincia. Los populares no pagan el conflicto que en los últimos días ha abierto su correligionario Pedro Sanz, presidente de La Rioja, por la asistencia sanitaria en esa comunidad a cerca de 5.000 residentes en la Rioja Alavesa. El PP vence en las principales localidades de esa comarca.

A su vez, Amaiur triunfa en nueve de los 12 consistorios en que gobierna Bildu después de las elecciones de mayo pasado. Una situación curiosa se da en la segunda localidad de la provincia, Llodio, en manos también de la coalición abertzale: Amaiur y el PNV empatan allí a 2.815 votos.

Quien gana en Álava se lleva tres de los cuatro senadores en disputa. Así que el PP llevará a la Cámara alta a Ramón Rabanera, Encina Regalado y Jorge Ibarrondo, mientras que el PSE sitúa allí a Yolanda Vicente.