Madrid promete más facilidades para los moteros
Los accidentes mortales en zona urbana cayeron un 7% el año pasado
Las ciudades tratan de reducir el tráfico en el centro... "y ahí aparece la moto". Incluso se aprueban peajes para ello... "pero se excluye a las motos". Se apuesta por el transporte público, pero todos los expertos coinciden en que el usuario no está dispuesto a renunciar al vehículo privado... "y ahí aparece de nuevo la moto". El director general de Tráfico, Pere Navarro, desgranó ayer con cifras el despegue de los vehículos de dos ruedas en la última década (han crecido un 86%), y también su lado negativo, el aumento de accidentes mortales en los que se ven implicados (en estos percances, nueve de cada diez veces el que pierde la vida es el motorista).
En 2010 fallecieron 386 motoristas en toda España, casi un tercio de ellos, 107, en ciudades. Las zonas urbanas acumulan siete de cada diez accidentes, y siete de cada diez heridos, aunque, por una cuestión de velocidad, la mortalidad sea menor. La mitad de los accidentes tiene lugar en cruces, y la mayor parte son colisiones. Las motos de más de 500 centímetros cúbicos suman el 43% de los fallecidos en trazado urbano, frente al 23% de las de 125 centímetros cúbicos.
Una de las conclusiones que Pere Navarro saca de estas cifras es que "las ciudades deben repensar su diseño viario, que se hizo solo para los coches". También lo cree el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Calvo, con el que Navarro coincidió ayer en una jornada organizada por el RAAC. Calvo aseguró que el parque de motos en la capital ha crecido un 40% en los últimos diez años, hasta las 140.000, y ya constituyen el 11% de los vehículos de la ciudad.
Respecto a las medidas adoptadas por el Ayuntamiento para mejorar la seguridad de estos vehículos, ha señalado que en cuatro de cada diez pasos de cebra con semáforo se ha eliminado la pintura de la mayor parte de la calzada (muy resbaladiza, sobre todo cuando llueve); se permite a las motos circular por el carril bus; y se han aumentado las plazas de aparcamiento reservadas hasta 3.000, una cifra que considera aún "insuficiente". En Madrid, las motos pueden aparcar en la acera en determinadas circunstancias, otra deferencia del Ayuntamiento.
Respecto a las medidas que planea acometer el Ayuntamiento, Calvo ha avanzado dos iniciativas municipales y un deseo. Este último pasa por una modificación de la normativa de circulación que permita a las motos zigzaguear entre los coches o transitar por el arcén en los atascos. En cuanto a lo que está en su mano cambiar, el concejal ha anunciado que "en los próximos años" se creará un carril bus-VAO en la M30, y se colocarán más protecciones en los guardaraíles.
Calvo ha asegurado que los accidentes de moto se redujeron un 7% en 2010. El año pasado murieron ocho personas, frente a las 17 de 2005. Esas cifras coinciden con la tendencia que se desprende del estudio de accidentalidad en zona urbana de Madrid entre los años 2004 y 2009 analizado también en la jornada de ayer.
Este trabajo dibuja un perfil del motorista madrileño: el 92% son varones, en su mayoría de 25 a 49 años, y con más de 10 años de experiencia. Lleva una moto de cinco o menos años, y casco integral; y realiza hasta 30 trayectos por semana, mayormente en zona urbana.
En cuanto a los accidentes mortales, el estudio revela que Chamartín (10,5%), Salamanca (10,2%) y Centro (9,2%) son los distritos con mayor número de víctimas en el periodo estudiado. Por calles, destacan el paseo de la Castellana (4,6%), Alcalá (4%) y Bravo Murillo (1,5%). Estas tres vías suman el 10% del total de accidentes mortales. La causa principal es el despiste (38%), no ceder el paso (9%) y realizar maniobras prohibidas (6%).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.