De Alicante a Valencia sin peajes

Alcoi, desde ayer, está más cerca de Alicante y de Valencia. La puesta en servicio del último tramo de la A-7, más conocida como autovía del interior, que conecta Alicante con Valencia permite recorrer los 160 kilómetros del trayecto en algo más de hora y media, y sin peajes.

La nueva autovía termina con décadas de aislamiento de Alcoi, y de las comarcas centrales valencianas, y supone un hito histórico en cuanto a las comunicaciones por carretera.

La inversión total realizada por el Ministerio de Fomento supera los 316 millones de euros, de los que casi 100 millones, se han invertido en este último tramo, el del Barranc de la Batalla.

La compleja orografía de la zona ha obligado a abrir los túneles sur y norte de la Font Roja, dos pasillos de doble dirección de más de 900 y 600 metros de longitud, respectivamente, y un viaducto sobre el Barranc de la Batalla a una altura de 61 metros. Las previsiones indican que una media de 25.000 vehículos usarán diariamente este último tramo de la nueva autovía. A partir de ahora, la duración del viaje desde Valencia hasta Alicante será la misma que si utilizarán la autopista de peaje, ahorrándose los 14,45 euros que cuesta el trayecto por la AP-7 y evitar, además, el punto negro de La Font de la Figuera.

Alcoi, una ciudad de 64.000 habitantes, ubicada en el interior de Alicante, tradicionalmente aislada, desarrolló una intensa actividad industrial, sobre todo en el sector textil. Durante los últimos años el impacto de la crisis ha sido brutal, y la puesta en marcha de esta nueva vía de comunicación se vive con cierta esperanza. La nueva infraestructura es un eje vertebrador de comunicaciones industriales entre diferentes núcleos económicos, como Ontinyent o Ibi, y sitúa Alcoi a tal solo 35 minutos de Alicante, de Valencia a una hora en coche.

"Ahora jugamos en igualdad de condiciones, podemos competir y nos sitúa en el mapa", comentó el alcalde de Alcoi, Toni Francés. No obstante, no hay datos ni informes que cuantifiquen en el corto y medio plazo el impacto que esta carretera puede tener en la comarca. Pero empresarios, políticos y agentes sociales coincidieron en tildar el de ayer como "día histórico". El alcalde, mediante una nota de prensa, agradeció el esfuerzo del Gobierno central que "pese a las dificultades actuales apostó por esta infraestructura, y ahora, por fin los alcoyanos disponemos de una conexión de gran capacidad con las principales capitales valencianas y estamos conectados con el mundo". Pero también existe el riesgo de que Alcoi pierda población y sufra una cierta fuga de empresas.

La puesta en marcha del último tramo de la autovía central se hizo sin inauguraciones oficiales, ni acto. La nueva Ley Electoral prohíbe ante la proximidad de la cita con las urnas el próximo día 20 organizar este tipo de eventos, así que el ministro de Fomento, José Blanco, tuvo que conformarse con visitar las obras el pasado mes de septiembre y anunciar que el 31 de octubre entraría en servicio. Sin embargo, se adelantó tres días con motivo de la Fira de Tots Sants de Cocentaina, que se celebra este fin de semana, a la que está previsto que acudan más de medio millón de personas.

El último tramo ha sido el más complejo, y en la recta final de las obras surgieron unos problemas que retrasaron un año su apertura, El Gobierno aprobó una partida adicional de 24 millones de euros para adecuar los túneles, a una nueva normativa europea, y ejecutar unas obras para proteger la colonia de murciélagos que habita en la Cova Juliana. Las obras de este último tramo comenzaron en el año 2004.