El acusado de la muerte de una turista en Lloret en 2008 niega haber abusado de la víctima

El acusado de violar y matar a una turista italiana en Lloret de Mar en 2008 ha afirmado que no obligó a Federica Squarise, de 23 años, a tener relaciones con él. Según Víctor Díaz, el Gordo, la joven italiana accedió a ir a un parque con él la noche del día 30 de junio y, una vez allí, se besaron y cada uno se quitó la ropa. Fue cuando ella decidió no continuar con el juego amoroso y amenazó con denunciarle cuando el acusado "enloqueció" y, condicionado por el miedo, decidió asfixiarla con sus manos.

Squarise llegó a Lloret de Mar con una amiga procedente de Venecia el 28 de junio. La noche de los hechos, ambas acudieron al Beach&Club, bar donde Díaz trabajaba de camarero. Tras beber chupitos y algunas copas, las dos jóvenes italianas se unieron a un grupo que celebraba un cumpleaños y, sobre las 2 de la madrugada, se fueron todos juntos a una discoteca, incluido el acusado, donde siguieron bebiendo.

El fiscal cree que Díaz estuvo pendiente toda la noche de la joven y que, cuando esta decidió irse al hotel sobre las 4 de la mañana, el acusado salió corriendo tras ella. Luego la condujo hacia un parque y, aprovechándose del estado de embriaguez de Squarise, abusó sexualmente de la chica antes de matarla.

Díaz, sin embargo, ha afirmado en el juicio que salió de la discoteca para acompañarla hasta el hotel Flamingo, donde Squarise se alojaba con su amiga Stefania Perin. "Cuando llegamos a la puerta, me dijo que quería seguir caminando y fuimos al parque", ha dicho el acusado. "Nos tumbamos en el césped, nos besamos, nos tocamos y nos quitamos la ropa", ha continuado. Cuando Squarise le dijo que no quería seguir y que le iba a denunciar, el acusado relata que "vio pasar su vida y enloqueció". Fue entonces cuando se situó encima de la chica y la asfixió apretando su cuello con una mano mientras con la otra le tapaba la cara con una pieza de ropa.

Luego, según su propio relato, comprobó que estaba muerta y arrastró el cuerpo durante más de 15 minutos. Lo escondió cerca de una casa abandonada y lo tapó con ramas, tras lo cual recogió toda la ropa de ambos, que tiró al día siguiente a un contenedor.

El acusado incurrió en evidentes contradicciones en su relato. Tras negar que hubiese practicado sexo con la víctima, afirmó después que limpió las partes íntimas de la joven para no dejar huella del acto. En contra de lo que afirmó en su primera declaración ante el juez, Díaz ha dicho hoy que Squarise intentó defenderse "con las piernas y con las manos", lo que le produjo heridas en forma de arañazos.

El acusado ha negado que la joven estuviese ebria cuando sucedieron los hechos, a pesar de que las pruebas practicadas al cadáver mostraron que Squarise presentaba un nivel de alcohol de 2,34 gramos por litro de sangre, cinco veces más de lo que, por ejemplo, se permite para conducir.

Stefania Perin, la amiga que acompañaba a la joven fallecida, ha declarado que su amiga "nunca se hubiese ido" por propia voluntad con el acusado. Perin abandonó la discoteca con un chico antes que Squarise y, cuando volvió media hora más tarde, ya no la encontró. Al día siguiente, al ver que Squarise no aparecía en el hotel, volvió al Beach&Club y preguntó a Díaz si sabía algo sobre el paradero de su amiga. El acusado le dijo que no. Los Mossos d?Esquadra encontraron el cadáver de la turista italiana una semana después del crimen. Díaz huyó a Barcelona, Madrid y Tarragona, donde unos conocidos le delataron a la policía.

En el juicio han declarado también una hermana de Squarise y sus padres, que han explicado que la joven vivía con ellos y que aportaba a la economía familiar hasta el 50% de su sueldo.

El fiscal pide 30 años de cárcel para el acusado (20 por asesinato y 10 por delito sexual). La defensa rebaja la pena a cinco años por un delito de homicidio, con atenuantes de embriaguez, drogadicción y estado pasional. El ayuntamiento de Lloret de Mar se ha presentado como acusación en la causa.