Según Saló, España se ha convertido en Españistán. Imaginemos que la situación se fuese degradando y que, allá por 2040, Españistán sea una de las zonas más pobres de una ya deprimida Europa. Como tal, empezaríamos a recibir cooperación al desarrollo de los países ricos: China, India, Brasil, Indonesia, Sudáfrica y las repúblicas Magrebíes. Tendríamos entonces un buen número de expertos internacionales que vendrían a instalarse en Madrid, Barcelona o Cáceres.
China habría financiado la reconstrucción de una línea de tren bala entre Madrid y Marbella, con la única condición de que en las licitaciones para la obra solo puedan participar empresas chinas, por lo que las pocas empresas españolas del sector quebrarían. La India construiría un hospital en Laredo, gracias al pedido de su alcalde, amigo personal del embajador de la India. Sin embargo, la Consejería de Salud de Cantabria nunca habría sido notificada, así que se enterarían el día de la inauguración de que a ellos les tocaría asumir el gasto de funcionamiento y el pago del personal sanitario del hospital.
Indonesia y Brasil estarían formando maestros en Girona, cada uno con su propia metodología y usando expertos de sus propios países, sin tener en cuenta el plan de formación de personal docente de la Generalitat. De hecho, el Conseller de educación dedicaría la mitad de su tiempo a recibir visitas de las delegaciones de los ocho países y las cinco ONG que les estarían apoyando, algunos con aportes de ínfima cuantía. En contraste con lo anterior, la Comunidad de Castilla y León no recibiría ningún tipo de cooperación al desarrollo, aunque nadie sabría muy bien por qué.
Ahora volvamos al inicio del siglo XXI. Esto seguramente nos parece inaceptable para España, pero es lo que ha sucedido con demasiada frecuencia en numerosos países de África, Asia o América Latina. Precisamente para corregirlo, numerosos países donantes y receptores de ayuda, así cómo organismos internacionales, firmaron en 2005 la Declaración de París sobre la Eficacia de la Ayuda, complementada en el 2008 con la Agenda de Acción de Accra.
Básicamente, lo que proponen dichos acuerdos es que sean los propios países pobres -es decir, sus gobiernos con la participación de los parlamentos y sociedad civil- los que definan las políticas y los planes de desarrollo. Esto se conoce como 'apropiación'. Proponen que los donantes, por su parte, apoyen el fortalecimiento de las instituciones nacionales de aquellos países, permitiéndoles así desarrollar la capacidad para diseñar y poner en marcha sus propias políticas.
También propone que los donantes sintonicen su cooperación con las prioridades que estos países hayan decidido, en vez de hacer lo que les plazca o lo que a ellos les conviene. Esto implica también que, cada vez más, los fondos sean gestionados por las autoridades competentes del país, a medida que se vayan creando condiciones que permitan ciertas garantías de buena gestión y transparencia.
Por último, se espera de los donantes que se pongan de acuerdo entre ellos para coordinar y simplificar sus procedimientos y gestiones, reduciendo así la carga administrativa y laboral que recae en los funcionarios de los países que reciben la ayuda.
Por fortuna, será España y no Españistán quien acuda del 29 de noviembre al 1 de diciembre de este año en Busán (Corea del Sur) al Foro de Alto Nivel de Eficacia de la Ayuda. Ministros de más de 120 países, dirigentes de organismos internacionales y organizaciones de sociedad civil se unirán para evaluar el proceso iniciado en 2005 en París. Ellos trabajaran para definir los cauces futuros de la cooperación al desarrollo en un mundo bien distinto al de hace cinco años, y también para crear perspectivas para un futuro también muy distinto.
Más que una entrada escrita, parece una foto.... Chapeau!!
Imaginemos también una Españistán con una sociedad civil anulada por la opresión practicada por un gobierno autocrático elegido tras unas elecciones poco transparentes por la falta de recursos económicos. El aparato burocrático es de tal desorganización que ni siquiera se ponen de acuerdo para consensuar un equipo de gobierno estable. Lo que todo ello desencadena en una opacidad extrema en la gestión del erario público.
Y me pregunto si en estas circunstancias, no muy alejadas de algunos países africanos, caribeños y asiáticos, aceptaría el pueblo español que las ayudas extranjeras al desarrollo económico se gestionasen a través de un gobierno de tales características.
Pues me temo que no. Y así sucede en la actualidad.
Solo pretendo dar otro punto de vista.
Muy oportuna, especialmente para mí, llegó justo a tiempo para ser incluida en el último Viernes Light... Muy buena entrada!
Muy buen post. Precisamente se esta trabajando en este tema. El proyecto Open Aid Register tiene como mision ayudar a las ONGs a compartir informacion de proyectos, para que ejemplos como los que se exponen en el post no sean la forma de actuacion diaria. Si alguna ONG quiere participar (yo soy espaniola aunque lo estamos haciendo desde Nueva York) que contacte a traves del email de Open Aid Register. Gracias!
Hola Alicia:Lo que planteas es cierto. Sin embargo, es la pescadilla que se muerde la cola. Si no trabajamos el desarrollo de un país con su propio gobierno, lo estamos debilitando y favoreciendo su incapacidad para prestar servicios. Logicamente, esto implica procesos graduales, combinado con acciones específicas para ir mejorando la capacidad de gestión de los distintos ministerios. Ciertamente, hay que asumir algunos riesgos, pero no hacerlo es otro riesgo de desarrollo: Que por asegurar mejorar la condición de unos pocos a los que la ayuda llega, estemos limitando la posibilidad de que el Estado se convierta en actor de desarrollo.
Volvamos a Españistán en 2040: China nos ahoga con su política comercial en el sector textil, no podemos competir con ellos porque sus productos subvencionados son mejores y mas baratos que los de Españistán, además controlan junto a unos pocos socios la recién creada Organización Global del Comercio y no podemos negociar tampoco en el marco multilateral. La india no permite la entrada de los millones y millones de habitantes de Españistán que están en paro y viviendo en una situación de extrema pobreza, tampoco ningún otro país de los que nos ofrece ayuda al desarrollo. Sudáfrica nos ofrece ayuda humanitaria para mitigar el desastre humanitario generado pongamos que por un volcán en el Hierro a cambio de vendernos armas que nos endeudan..., podríamos seguir con muchos ejemplos (agricultura, seguridad, energía...) ¿Qué pensaríamos si en el Foro de Alto Nivel sobre Eficacia de la Ayuda no se trataran todas estas cuestiones relacionadas con la coherencia de las políticas de los donantes con el desarrollo? ¿Qué pensaríamos si se sacaran la cuestiones ajenas a la ayuda pero con mucho más impacto en el desarrollo de manera sistemática de la agenda de eficacia? Seguramente como habitantes de Españistán estaríamos indignados. Seguramente los habitantes de los países que reciben ayuda al desarrollo también lo estén.
Soy peruano y vivo 13 años en España, ingeniero de telecomunicaciones por la UPM, soy voluntario de Intermón Oxfam desde el 2003, ejerciendo durante 4 años como coordinador de sede en una provincia próxima a Madrid. Desde mi visión tanto desde el norte como desde el sur, puedo dar fe de la precisión y maestría con la que este post ha descrito la realidad de la ayuda al desarrollo y la cooperación. Me alegra grandemente que existan blogs como este que ayuden a difundir y crear conciencia sobre lo que sucede a ambos lados del "Ecuador". Mis felicitaciones y todo mi apoyo moral en la mencionada cumbre de Busán.
Creo que el autor del artículo ha encontrado la mejor manera de escenificar una situación que pasa desapercibida a la mayoría (que también es una manera de ignorar conscientemente): ponernos en la piel de aquellos a los que englobamos bajo el casi epíteto de 'paises en desarrollo' y que nosotros los 'desarrollados' nos estamos encargando de 'desarrollar'...Excelente la reflexión, creo que la indiferencia ya no se sostiene...
Sugerente radiografía presente y futura. Recién estrenada la Union Europea un helado en Francia costaba 600 pesetas, al cambio, y 60 en España (luego ya eramos Españistan por entonces...) No cargemos la responsabilidad en "el Sistema" porque éste lo definen los países con sus decisiones politicas y los ciudadanos que los integran.
Tres referentes lo demuestran: Helmut Kohl en la reunificación de la Alemania Federal con la Democrática; la revolucion silenciosa islandesa; y por último la primavera árabe de Egipto, Túnez y Libia. ¿Por qué no entonces Alespañia, Islañia o Españez? Un saludo
Gran post y mejor debate en los comentarios. Los argumentos de Alicia y la respuesta del autor son de lo más interesante. ¿Cómo contribuir al "desarrollo económico" sin incidencia política en organismos, sociedad civil e instituciones? Y, ¿cómo realizar esta incidencia desde nuestra posición de "país extranjero"? ¿Con qué medios, mediante qué procesos, con qué alcance y, sobre todo, con qué legitimidad, considerando la historia de las relaciones internacionales y un pasado colonial más reciente de lo que parece?
Tal vez el gran problema sea, una vez más, la amplitud de las "comunidades imaginadas", que nos obliga a acciones y políticas publicas transnacionales forzosamente encorsetadas en los marcos del "nosotros" y el "ellos". ¿Existirá o podrá existir algo como una "sociedad civil transnacional", para poder tomar democráticamente decisiones políticas globales?
Más que una entrada escrita, parece una foto.... Chapeau!!
Imaginemos también una Españistán con una sociedad civil anulada por la opresión practicada por un gobierno autocrático elegido tras unas elecciones poco transparentes por la falta de recursos económicos. El aparato burocrático es de tal desorganización que ni siquiera se ponen de acuerdo para consensuar un equipo de gobierno estable. Lo que todo ello desencadena en una opacidad extrema en la gestión del erario público.
Y me pregunto si en estas circunstancias, no muy alejadas de algunos países africanos, caribeños y asiáticos, aceptaría el pueblo español que las ayudas extranjeras al desarrollo económico se gestionasen a través de un gobierno de tales características.
Pues me temo que no. Y así sucede en la actualidad.
Solo pretendo dar otro punto de vista.
Muy oportuna, especialmente para mí, llegó justo a tiempo para ser incluida en el último Viernes Light... Muy buena entrada!
Muy buen post. Precisamente se esta trabajando en este tema. El proyecto Open Aid Register tiene como mision ayudar a las ONGs a compartir informacion de proyectos, para que ejemplos como los que se exponen en el post no sean la forma de actuacion diaria. Si alguna ONG quiere participar (yo soy espaniola aunque lo estamos haciendo desde Nueva York) que contacte a traves del email de Open Aid Register. Gracias!
Hola Alicia:Lo que planteas es cierto. Sin embargo, es la pescadilla que se muerde la cola. Si no trabajamos el desarrollo de un país con su propio gobierno, lo estamos debilitando y favoreciendo su incapacidad para prestar servicios. Logicamente, esto implica procesos graduales, combinado con acciones específicas para ir mejorando la capacidad de gestión de los distintos ministerios. Ciertamente, hay que asumir algunos riesgos, pero no hacerlo es otro riesgo de desarrollo: Que por asegurar mejorar la condición de unos pocos a los que la ayuda llega, estemos limitando la posibilidad de que el Estado se convierta en actor de desarrollo.
Volvamos a Españistán en 2040: China nos ahoga con su política comercial en el sector textil, no podemos competir con ellos porque sus productos subvencionados son mejores y mas baratos que los de Españistán, además controlan junto a unos pocos socios la recién creada Organización Global del Comercio y no podemos negociar tampoco en el marco multilateral. La india no permite la entrada de los millones y millones de habitantes de Españistán que están en paro y viviendo en una situación de extrema pobreza, tampoco ningún otro país de los que nos ofrece ayuda al desarrollo. Sudáfrica nos ofrece ayuda humanitaria para mitigar el desastre humanitario generado pongamos que por un volcán en el Hierro a cambio de vendernos armas que nos endeudan..., podríamos seguir con muchos ejemplos (agricultura, seguridad, energía...) ¿Qué pensaríamos si en el Foro de Alto Nivel sobre Eficacia de la Ayuda no se trataran todas estas cuestiones relacionadas con la coherencia de las políticas de los donantes con el desarrollo? ¿Qué pensaríamos si se sacaran la cuestiones ajenas a la ayuda pero con mucho más impacto en el desarrollo de manera sistemática de la agenda de eficacia? Seguramente como habitantes de Españistán estaríamos indignados. Seguramente los habitantes de los países que reciben ayuda al desarrollo también lo estén.
Soy peruano y vivo 13 años en España, ingeniero de telecomunicaciones por la UPM, soy voluntario de Intermón Oxfam desde el 2003, ejerciendo durante 4 años como coordinador de sede en una provincia próxima a Madrid. Desde mi visión tanto desde el norte como desde el sur, puedo dar fe de la precisión y maestría con la que este post ha descrito la realidad de la ayuda al desarrollo y la cooperación. Me alegra grandemente que existan blogs como este que ayuden a difundir y crear conciencia sobre lo que sucede a ambos lados del "Ecuador". Mis felicitaciones y todo mi apoyo moral en la mencionada cumbre de Busán.
Creo que el autor del artículo ha encontrado la mejor manera de escenificar una situación que pasa desapercibida a la mayoría (que también es una manera de ignorar conscientemente): ponernos en la piel de aquellos a los que englobamos bajo el casi epíteto de 'paises en desarrollo' y que nosotros los 'desarrollados' nos estamos encargando de 'desarrollar'...Excelente la reflexión, creo que la indiferencia ya no se sostiene...
Sugerente radiografía presente y futura. Recién estrenada la Union Europea un helado en Francia costaba 600 pesetas, al cambio, y 60 en España (luego ya eramos Españistan por entonces...) No cargemos la responsabilidad en "el Sistema" porque éste lo definen los países con sus decisiones politicas y los ciudadanos que los integran.
Tres referentes lo demuestran: Helmut Kohl en la reunificación de la Alemania Federal con la Democrática; la revolucion silenciosa islandesa; y por último la primavera árabe de Egipto, Túnez y Libia. ¿Por qué no entonces Alespañia, Islañia o Españez? Un saludo
Gran post y mejor debate en los comentarios. Los argumentos de Alicia y la respuesta del autor son de lo más interesante. ¿Cómo contribuir al "desarrollo económico" sin incidencia política en organismos, sociedad civil e instituciones? Y, ¿cómo realizar esta incidencia desde nuestra posición de "país extranjero"? ¿Con qué medios, mediante qué procesos, con qué alcance y, sobre todo, con qué legitimidad, considerando la historia de las relaciones internacionales y un pasado colonial más reciente de lo que parece?
Tal vez el gran problema sea, una vez más, la amplitud de las "comunidades imaginadas", que nos obliga a acciones y políticas publicas transnacionales forzosamente encorsetadas en los marcos del "nosotros" y el "ellos". ¿Existirá o podrá existir algo como una "sociedad civil transnacional", para poder tomar democráticamente decisiones políticas globales?
Más que una entrada escrita, parece una foto.... Chapeau!!
Imaginemos también una Españistán con una sociedad civil anulada por la opresión practicada por un gobierno autocrático elegido tras unas elecciones poco transparentes por la falta de recursos económicos. El aparato burocrático es de tal desorganización que ni siquiera se ponen de acuerdo para consensuar un equipo de gobierno estable. Lo que todo ello desencadena en una opacidad extrema en la gestión del erario público.
Y me pregunto si en estas circunstancias, no muy alejadas de algunos países africanos, caribeños y asiáticos, aceptaría el pueblo español que las ayudas extranjeras al desarrollo económico se gestionasen a través de un gobierno de tales características.
Pues me temo que no. Y así sucede en la actualidad.
Solo pretendo dar otro punto de vista.
Muy oportuna, especialmente para mí, llegó justo a tiempo para ser incluida en el último Viernes Light... Muy buena entrada!
Muy buen post. Precisamente se esta trabajando en este tema. El proyecto Open Aid Register tiene como mision ayudar a las ONGs a compartir informacion de proyectos, para que ejemplos como los que se exponen en el post no sean la forma de actuacion diaria. Si alguna ONG quiere participar (yo soy espaniola aunque lo estamos haciendo desde Nueva York) que contacte a traves del email de Open Aid Register. Gracias!
Hola Alicia:Lo que planteas es cierto. Sin embargo, es la pescadilla que se muerde la cola. Si no trabajamos el desarrollo de un país con su propio gobierno, lo estamos debilitando y favoreciendo su incapacidad para prestar servicios. Logicamente, esto implica procesos graduales, combinado con acciones específicas para ir mejorando la capacidad de gestión de los distintos ministerios. Ciertamente, hay que asumir algunos riesgos, pero no hacerlo es otro riesgo de desarrollo: Que por asegurar mejorar la condición de unos pocos a los que la ayuda llega, estemos limitando la posibilidad de que el Estado se convierta en actor de desarrollo.
Volvamos a Españistán en 2040: China nos ahoga con su política comercial en el sector textil, no podemos competir con ellos porque sus productos subvencionados son mejores y mas baratos que los de Españistán, además controlan junto a unos pocos socios la recién creada Organización Global del Comercio y no podemos negociar tampoco en el marco multilateral. La india no permite la entrada de los millones y millones de habitantes de Españistán que están en paro y viviendo en una situación de extrema pobreza, tampoco ningún otro país de los que nos ofrece ayuda al desarrollo. Sudáfrica nos ofrece ayuda humanitaria para mitigar el desastre humanitario generado pongamos que por un volcán en el Hierro a cambio de vendernos armas que nos endeudan..., podríamos seguir con muchos ejemplos (agricultura, seguridad, energía...) ¿Qué pensaríamos si en el Foro de Alto Nivel sobre Eficacia de la Ayuda no se trataran todas estas cuestiones relacionadas con la coherencia de las políticas de los donantes con el desarrollo? ¿Qué pensaríamos si se sacaran la cuestiones ajenas a la ayuda pero con mucho más impacto en el desarrollo de manera sistemática de la agenda de eficacia? Seguramente como habitantes de Españistán estaríamos indignados. Seguramente los habitantes de los países que reciben ayuda al desarrollo también lo estén.
Soy peruano y vivo 13 años en España, ingeniero de telecomunicaciones por la UPM, soy voluntario de Intermón Oxfam desde el 2003, ejerciendo durante 4 años como coordinador de sede en una provincia próxima a Madrid. Desde mi visión tanto desde el norte como desde el sur, puedo dar fe de la precisión y maestría con la que este post ha descrito la realidad de la ayuda al desarrollo y la cooperación. Me alegra grandemente que existan blogs como este que ayuden a difundir y crear conciencia sobre lo que sucede a ambos lados del "Ecuador". Mis felicitaciones y todo mi apoyo moral en la mencionada cumbre de Busán.
Creo que el autor del artículo ha encontrado la mejor manera de escenificar una situación que pasa desapercibida a la mayoría (que también es una manera de ignorar conscientemente): ponernos en la piel de aquellos a los que englobamos bajo el casi epíteto de 'paises en desarrollo' y que nosotros los 'desarrollados' nos estamos encargando de 'desarrollar'...Excelente la reflexión, creo que la indiferencia ya no se sostiene...
Sugerente radiografía presente y futura. Recién estrenada la Union Europea un helado en Francia costaba 600 pesetas, al cambio, y 60 en España (luego ya eramos Españistan por entonces...) No cargemos la responsabilidad en "el Sistema" porque éste lo definen los países con sus decisiones politicas y los ciudadanos que los integran.
Tres referentes lo demuestran: Helmut Kohl en la reunificación de la Alemania Federal con la Democrática; la revolucion silenciosa islandesa; y por último la primavera árabe de Egipto, Túnez y Libia. ¿Por qué no entonces Alespañia, Islañia o Españez? Un saludo
Gran post y mejor debate en los comentarios. Los argumentos de Alicia y la respuesta del autor son de lo más interesante. ¿Cómo contribuir al "desarrollo económico" sin incidencia política en organismos, sociedad civil e instituciones? Y, ¿cómo realizar esta incidencia desde nuestra posición de "país extranjero"? ¿Con qué medios, mediante qué procesos, con qué alcance y, sobre todo, con qué legitimidad, considerando la historia de las relaciones internacionales y un pasado colonial más reciente de lo que parece?
Tal vez el gran problema sea, una vez más, la amplitud de las "comunidades imaginadas", que nos obliga a acciones y políticas publicas transnacionales forzosamente encorsetadas en los marcos del "nosotros" y el "ellos". ¿Existirá o podrá existir algo como una "sociedad civil transnacional", para poder tomar democráticamente decisiones políticas globales?
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