"Siempre estaréis en nuestro corazón"

"Nuestros chicos, siempre estaréis en nuestro corazón". Así rezaba la pancarta que portaban las cuidadoras del centro de acogida de Boecillo, en el que ayer fueron asesinados tres menores, durante la concentración silenciosa que se ha celebrado esta mañana en el pueblo. Además, uno de los niños que había vivido con los tres fallecidos, pero que ahora ha sido adoptado por una de las extrabajadoras del centro, sostenía un cartel en el que se podía leer: "Os quiero para siempre M.D.D." (con las iniciales de los nombres de sus tres compañeros).

Más de un centenar de vecinos de Boecillo, así como algunos vallisoletanos que se acercaron desde la capital, quisieron recordar la memoria de los tres menores que fueron supuestamente asesinados por una de sus cuidadoras. El calor apretaba en la plaza Mayor del pueblo, donde se congregaron los participantes en la concentración.

El presidente y fundador de Mensajeros de la Paz, el Padre Ángel, también asistió al acto de recuerdo de los pequeños. "No tengo explicaciones para lo que ha ocurrido", aseguraba todavía incrédulo por la noticia con la que se despertó ayer: "Ahora hay que lograr un equilibrio entre el dolor y la entereza y seguir adelante". El alcalde del pueblo, Pedro Luis Díez, participó en la concentración minutos después de decretar tres días de luto oficial en un pleno extraordinario, como ya había anunciado ayer tras una reunión de urgencia de la corporación municipal.

Además del regidor de la villa, también acudieron a la concentración seis de los once concejales de Boecillo, el presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero, la consejera de Familia, Milagros Marcos, el consejero de Medio Ambiente, Eugenio Silván, y el delegado de la Junta de Castilla y León en Valladolid, Pablo Trillo.

Una vez finalizado el homenaje en la plaza, las cuidadoras abandonaron el lugar sin hacer ningún tipo de declaración. "El dolor no nos deja hablar", aseguraba una de ellas mientras se marchaba. Todas salieron juntas de la plaza y se dirigieron hacia el chalé donde estaba ubicada la sede de Mensajeros de la Paz en la villa para colgar flores y la pancarta que habían portado durante la concentración en las rejas de la casa. La cuidadora que estaba a punto de finalizar los trámites de adopción del más pequeño de los fallecidos, que ya no trabajaba en el centro, también participó en el homenaje.