Miles de peregrinos acuden a la Basílica de Begoña

Miles de personas están acudiendo a lo largo de toda la jornada a la Basílica de Begoña en la festividad de la Virgen de la Asunción. En la homilía de la misa mayor, celebrada a mediodía, el obispo de Bilbao, Mario Iceta, ha opinado que la realidad ante la que se enfrentan los jóvenes en la actualidad es "ilusionante y esperanzadora", pero sobre la que se ciernen sombras. Así, ha considerado que la Iglesia debe reflexionar sobre varios asuntos, como la pobreza en Somalia, la violencia en Siria o los problemas en Inglaterra o Noruega. También ha pedido una reflexión "profunda" para salir de la crisis.

Igualmente, Iceta ha abogado por una educación en valores para rechazar "ideologías que esclavizan". En un discurso en el que prácticamente no ha habido referencias a ETA, Iceta ha concluido: "Tengo la esperanza de que con el amor y el perdón la violencia sea vencida para siempre".

El alcalde bilbaíno, Iñaki Azkuna, ha pedido en una ofrenda a la Virgen que se acaben la violencia de ETA y "tantos años de sufrimiento" para que se pueda vivir mediante "medios democráticos".

A la celebración ha asistido representación de todos los partidos políticos de la corporación municipal bilbaína, incluida la edil de Bildu, Helena Gartzia, que se ha quedado fuera de la basílica. Miles de personas se habían reunido horas antes alrededor de decenas de puestos con comida, estampas o flores.

"No se puede caer en la tentación de las generalizaciones"

El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, ha pedido hoy a los creyentes que no se "avergüencen" de "permanecer íntegros en las raíces cristianas" y ha deseado que puedan ser libres para manifestar públicamente sus convicciones "en un ambiente de normalidad".

Munilla ha hecho esta reflexión durante la Misa Mayor de la Virgen de la Asunción, día grande de las fiestas estivales donostiarras, celebrada en la Basílica de Santa María del Coro de San Sebastián.

El obispo se ha referido a los jóvenes que permanecen estos días en San Sebastián antes de desplazarse a Madrid para asistir a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), muchos de los cuales son latinoamericanos y se ha preguntado si los jóvenes vascos se parecen más a ellos o a los que han protagonizado altercados en Inglaterra o en Lloret de Mar.

Su conclusión es que "no se puede caer en la tentación de las generalizaciones", ya que muchos jóvenes vascos asistirán también a la JMJ.

No obstante, ha indicado que "esta juventud que nos visita" está cuestionando a la sociedad vasca "por sus raíces religiosas", ya que "existe una fe mucho más viva en aquellos pueblos que en nuestra tierra vasca".

Ha considerado "paradójico" que, después de que muchos vascos fueran a América hace 500 años a "llevar la fe", entre los que ha citado al primer obispo de Ciudad de México, Fray Juan de Zumárraga, ahora toca los vascos "ser humildes aprendices de la fe".

No obstante, Munilla ha opinado que los jóvenes vascos "tienen más valores cristianos de lo que a primera vista quepa suponer", y ha citado entre ellos "el sentido de la dignidad humana, el valor de la sinceridad y de la autenticidad, la solidaridad y el amor a la familia".

"Nuestra sociedad es más creyente de lo que aparenta ser, pero menos creyente de lo que nuestro Dios Misericordioso tiene derecho a esperar de nosotros", ha proclamado.

Por su parte, el obispo de Bilbao, Mario Iceta, ha opinado que la realidad ante la que se enfrentan los jóvenes en la actualidad es "ilusionante y esperanzadora", pero sobre la que se ciernen sombras. Así, ha considerado que la Iglesia debe reflexionar sobre varios asuntos, como la pobreza en Somalia, la violencia en Siria o los problemas en Inglaterra o Noruega.

Igualmente, Iceta ha abogado por una educación en valores para rechazar "ideologías que esclavizan". En un discurso en el que prácticamente no ha habido referencias a ETA, Iceta ha concluido: "Tengo la esperanza de que con el amor y el perdón la violencia sea vencida para siempre".