El Consejero de Interior desoye al Síndic y dice que no expedientará a los 'mossos' del 27-M

El consejero de Interior, Felip Puig, ha anunciado hoy que no expedientará a ningún agente de los Mossos d'Esquadra que intervino en la "operación limpieza" de la Plaza de Catalunya del 27-M, porque cree que, a diferencia de lo que sostiene el Síndic de Greuges, utilizaron la fuerza de forma proporcional.

En declaraciones a los periodistas, Puig ha evitado polemizar con el Síndic, Rafael Ribó, al considerar que con quien se tiene que enfrentar es con los violentos, aunque ha desoído sus sugerencias y ha confirmado que no expedientará a ningún agente de la policía catalana por su intervención en la "operación limpieza" de la Plaza de Catalunya, en el marco de la acampada de los "indignados".

En un informe entregado al Parlament el pasado 11 de julio, Ribó instaba a Interior a abrir una investigación interna al considerar que en la "operación limpieza" hubo un uso "desproporcionado" de la fuerza policial, por lo que sugirió al consejero que abriera un expediente disciplinario a los agentes implicados.

Como ya hizo el 27 de mayo por la tarde, tras los incidentes en la "operación limpieza", el consejero ha vuelto a defender hoy la actuación policial y ha asegurado que los agentes en todo momento obedecieron las órdenes de sus superiores y se rigieron por el principio de la "proporcionlidad" a la hora de utilizar la fuerza.

Puig ha aclarado además que como ocurre con todos los operativos, la Dirección General de la Policía ha efectuado una "revisión crítica" de la actuación policial -tanto de la "operación limpieza" del 27-M como durante el asedio al Parlament del 15-J-, con el objetivo de corregir, mejorar y matizar algunos aspectos.

El Síndic denunciaba en su informe que había analizado "imágenes estremecedoras por la falta de proporcionalidad" con la que habían actuado algunos agentes el 27-M, especialmente contra jóvenes que mostraban una resistencia pasiva y una actitud pacífica.

Además, Ribó afirmó que no le constaba ninguna agresión previa por parte de los indignados que justificara la actuación "desproporcionada" de los Mossos d'Esquadra, en contra de lo sostenido por Puig, que siempre ha defendido que los agentes reaccionaron a la violencia de algunos de los "indignados".

El consejero ha insistido que respeta la opinión del Síndic, aunque ha apuntado irónicamente que espera que mantenga su "celeridad" a la hora de actuar con todos los aspectos que le toca investigar. Además, como ya hizo en Valls (Tarragona) el mismo lunes por la tarde, ha vuelto a asegurar, en contra de lo que sostiene Ribó, que Interior se puso en contacto con la Sindicatura de Greuges para pedir su intermediación con los "indignados".

Según Puig, el día 10 de junio hubo un primer contacto entre el Departamento de Interior y la Sindicatura para pedir la intermediación de cara a la convocatoria de los "indignados" para "parar el Parlament" el 15-J, si bien finalmente el día 14 por la tarde les respondieron que no querían mediar.

Fuentes de Interior han precisado que el primer contacto fue el 10 de junio entre un alto responsable de los Mossos en Barcelona y un estrecho colaborador de Ribó, que les dijo que el Síndic estaba fuera de Cataluña pero que le transmitiría su petición. Tras insistir en su petición para que el Síndic intermediara, finalmente Interior recibió el 14 de junio por la tarde el aviso de que Ribó había decidido no aceptar jugar este papel.

Precisamente, Puig envió ayer al Síndic un informe sobre la actuación policial del 27-M y del 15-J en el que detalla todas las gestiones llevadas a cabo por su departamento para lograr que Ribó intermediara entre Interior y los "indignados".

En su rueda de prensa en el Parlament para presentar su informe sobre los incidentes, Ribó aseguró que no se planteó y ni le pidieron que intermdiara: "Interior no se ha puesto en contacto con el Síndic para hacer de mediador"