Trufas de verano
Por fin he conseguido trufas. De verano claro. Recién llegadas del pirineo de Huesca gracias a la mediación de un amigo que tiene contactos con recolectores cuyo nombre desconozco. Con las trufas siempre sucede lo mismo. Todo es secreto. Tantas veces como he intentado hacer averiguaciones he fracasado. El único dato del que dispongo es el número de la cuenta corriente al que tengo que transferir 30 euros (1/2 kilo a razón de 60 euros el kilo) más 10 euros para el “courrier”, la empresa Tips@ que las ha transportado hasta casa. Sesenta euros por un kilo de trufas de verano (“tuber aestivum”) es un auténtico chollo, acostumbrados como estamos a los 600 que cuestan las otras, las del género “tuber melanosporum” de los meses invernales. Y no digamos las blancas italianas (tuber magnatum pico), por encima de los 3000 euros, según la temporada.
Nunca he sabido a qué vienen los gestos de indiferencia de algunos papanatas cuando se habla de trufas estivales. Las que he recibido venían dentro de un viejo envase de helado envueltas entre papeles de cocina absorbentes. Quizá porque el paquete estaba más caliente de la cuenta por culpa de la furgoneta de reparto al abrirlo los aromas a tierras, avellanas y frutos secos han inundado mi cocina.
Y naturalmente he preparado una cena para amigos basada en una de mis recetas favoritas, las patatas al vapor con crema de huevo. Una fórmula ganadora que se puede terminar con trufas, con tiras de pescados ahumados o con huevas de salmón o trucha.
Para triunfar sólo hacen falta dos cosas, unas patatas de calidad (prefiero la variedad “mona lisa”) cortadas con el disco de agujeros gruesos del molinillo manual Moulinex que brinda varias opciones. Y por supuesto la crema de huevo, una mayonesa diferente, libre de riesgos de salmonelosis y muy fácil de hacer. Además, nunca se corta, el colmo de las ventajas. Para beber, vinos blancos fermentados en barrica o algún champaña rosado.
Patatas al vapor con trufa de verano
Ingredientes para 4 personas:
3/4 kg de patatas
3 decilitros de aceite virgen extra suave (arbequina)
2 huevos
sal
1 trufa grande de verano (tuber aestivum)
1 mandolina para cortar trufas
Cortar las patatas con el molinillo Moulinex utilizando el disco de agujeros gruesos del tamaño de un dedo meñique. Enjuagarlas, salarlas y cocerlas al vapor 20 minutos. Por separado cocer los huevos 6 minutos para pocharlos. Cascarlos, verterlos en un bol, aplastarlos con un tenedor (siempre quedan trocitos blancos de clara) y añadir el aceite poco a poco hasta ligar la mayonesa. Salar con prudencia.
Repartir las patatas calientes en los platos, cubrir con la crema de huevo y rallar con generosidad lascas finísimas de la trufa.
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