Y el futbolista infiel es... ¡Ryan Giggs!

Por fin se ha puesto negro sobre blanco lo que todos (al menos todos los interesados en estos temas) ya sabían: el famoso jugador de fútbol que ha engañado a su esposa con una jovencita que ha intentado luego vender la historia a los tabloides es el galés Ryan Giggs. Se ha publicado en los medios, pese a que lo ha prohibido un juez, porque su nombre fue citado ayer en público por un diputado en los Comunes que ha querido así aprovechar su inmunidad parlamentaria para desafiar a la justicia.

Giggs es uno de los jugadores históricos del Manchester United, que el sábado se juega la final de la Champions League ante el Barcelona. La historia no tendría especial relevancia si no fuera por eso y, sobre todo, porque ha dado pie a un espectacular tira y afloja judicial con dos bandos en el trasfondo: quienes defienden la libertad de expresión y quienes defienden el derecho a la privacidad.

El diario The Sun iba a publicar días atrás un reportaje sobre la infidelidad de Giggs con Imogen Thomas, una joven que ganó el título de Miss Gales y participó en el concurso televisivo Gran Hermano. La joven tuvo una aventura con el futbolista pero cuando este le explicó que no pensaba dejar a su mujer, decidió venderla en exclusiva al diario sensacionalista.

Como tantas veces antes, un juez impidió que el diario identificara al jugador. La diferencia es que esta prohibición llegó en medio de una gran polémica nacional sobre los abusos que se están dando con este tipo de decisiones judiciales. Y al revés: los abusos de los medios al publicar cuestiones privadas que no cumplen el requisito de interés público que se supone que han de tener para justificar una intromisión en la vida privada de alguien.

El nombre del futbolista empezó a circular por Twitter y el jugador logró que el juez prohibiera incluso eso, aunque era muy fácil encontrar mensajes desvelando su identidad. El domingo, eldiario escocés The Sunday Herald desveló la identidad del jugador pero sólo en su edición de papel, y no la electrónica, porque la prohibición judicial no había sido extendida a los tribunales escoceses y no afectaba al producto distribuido solo en Escocia.

Ahora, el diputado liberal-demócrata John Hemming ha decidido nombrar a Giggs con el argumento de que no cree que el juez vaya a meter en prisión a los 75.000 usuarios de Twitter que ya le habían identificado en público antes que él.