Final de etapa en Girona

Girona asiste expectante a lo que podría ser el fin de 32 años de gobierno municipaldel PSC. El empate técnico a nueve regidores entre socialistas y CiU que reflejan las encuestas podría llevar al convergente Carles Puigdemont a la alcaldía si se confirma, como muchos dan por hecho en la ciudad, que ERC e ICV están dispuestos a dar el paso hacia un cambio de dirección política sin precedentes.

Los candidatos Blanca Palmada (ERC) y Joan Olóriz (ICV-EUiA) no niegan la sintonía que tienen con el candidato de la federación nacionalista, al que ambos conocen bien porque es concejal desde hace cuatro años, mientras que la candidata del PSC aterriza en el Consistorio desde su escaño en el Parlament. Sobre todo, no esconde sus preferencias Palmada, que siempre que puede airea su distanciamiento de los socialistas. "32 años de PSC son muchos", dijo recientementeen una entrevistaen la televisión local..

El tripartito (PSC-ICV-ERC) sufre la erosión de los últimos ocho años de gobierno, y los republicanos, con cuatro concejales, buscan ahora savia nueva. "Ha habido un desgaste en el día a día con el PSC", afirma Palmada, que acusa al equipo socialista en el gobierno de haberse comportado con arrogancia, "como si tuvieran mayoría absoluta". Sin embargo, los socialistas han perdido apoyo de forma continuada desde 1999, cuando, bajo el liderazgo de Joaquim Nadal, obtuvieron 14 concejales. Desde 2003, ya con Anna Pagans como alcaldesa, gobiernan en minoría (10 concejales en esta legislatura) con el apoyo de ICV y ERC. "Ha cambiado la candidata; pero las actitudes, no", dice Palmada. , que reconoce sin tapujos que se entendía mejor con Pagans que ahora con Pia Bosch.

Así las cosas, mucha gente en la ciudad ya da el pacto por hecho, como el cabeza de lista de Solidaritat per la Independència, Santi Niell, quien declaró en una entrevista en El Puntque el acuerdo entre CIU, ERC y ICV"está cantado". Lo que seguramente no contemplan los que apuestan por el nuevo tripartito es cómo puede afectar la agenda de recortes del Gobierno a la política local. ICV, que cuenta con tres concejales, necesita desmarcarse de una formación que se asocia estos días con la reducción del gasto público en sanidad y educación, una política contraria a la que defienden los ecosocialistas. Pero Olóriz insiste en que lo importante "no son las etiquetas, sino las personas", una frase que se interpreta como un guiño a los nacionalistas. "No mehe salido del gobierno local porque Zapatero haya dado un giro de 180 grados en sus política social", justifica. Lo que implica que no dejará de pactar con CiU porque el president ArtusMas impulse una agenda que no es de su agrado. No obstante, Olóriz exige un compromiso por parte de Puigdemont de que no aplicará la política de recortes en Girona.

El líder de CiU recuerda que él ya se ofreció para un gobierno tripartito hace cuatro años, pero los ecosocialistas acabaron decantándose por el PSC, que les brindó las áreas de política social, medioambiente y cooperación. Puigdemont no rechaza la posibilidad de gobernar en minoría a través de pactos ocasionales, aunque reconoce que "será difícil" alcanzar los 10 regidores que, en su opinión, le permitirían hacerlo.

Ante el torrente de especulaciones sobre un pacto que excluiría al PSC del gobierno, Pia Bosch dice que su partido espera alcanzar una mayoría suficientepara gobernar "sin hipotecas". En caso contrario, están dispuestos a pactar con todas las formaciones. Si ERC prefiere acercarse a CiU "será porque ahora prefieren las políticas de recortes", ataca la candidata.

Si las urnas lo quieren y las previsiones se cumplen, El posible pacto de el pacto degobierno tendría que superar varios escollos, como la paralización del . El primero es que los socios exigirán a Puigdemont una postura más beligerante que la que ha mantenido hasta ahora con respecto a la construcción delnuevo hospital Josep Truetaque la Generalitat ha decidido retrasar sin fecha para cumplir con su plan de recortes. Tanto ICV como ERC consideran que la obra es inaplazable.

y la decisión Otra cuestión difícil de sortear para el líder de CIU es la decisióndel Gobierno de no abonar los 7,5 millones de euros en concepto de subvención que fijaba el preacuerdo al que llegó el anterior ejecutivo con Ryanair, lo que ha provocado la eliminación de 18 rutas del aeropuerto Girona-Costa Brava.