Túnez nos adelanta a todos en paridad
A su último récord, derrocar al tirano en menos de un mes con movilizaciones masivas, Túnez acaba de añadir otro: es el primer país musulmán que estrena democracia paritaria, algo de lo que todavía están lejos muchos Estados del llamado primer mundo, occidental y cristiano. El próximoParlamento, la Asamblea Constituyente que redactará la nueva Constitución, se elegirá con listas cremallera: mujeres y hombres deberán alternarse del primer nombre al último, tal como ha relatado Ignacio Cembrero en EL PAÍS. La conquista deja casi a ras de suelolos niveles de paridad parlamentaria de países como Francia (18,9% de parlamentarias en la Asamblea Nacional), su ex metrópoli colonial. Tambiénrefuerza el papel predominante de las tunecinas entre las mujeres con más derechos en el mundo árabe.
Pese a la decisión tunecina,las listascremallerasiguen siendoun bien escaso en el planeta. Y eso pese a que la implantación de cuotas para favorecer la presencia femenina -yacotar el tradicionalmonopoliomasculino- ha ido en ascenso por el empuje de las asociaciones de mujeres y de organizaciones internacionales como la ONU. Han logrado extenderla conciencia de que una parte de la sociedad no puede detentar todo el poder, sino que este debe repartirse de forma equitativa entre los dos sexos. La igualdad no se mide solo en las medidas sobre el papel, sino también en sus resultados. Ahora, 114 países tienen ya algún tipo de cuota o reserva de escaños para las mujeres. Son más de la mitad de los Estados del planeta, tal como contabilizan en quotaproject.org, la webdonde aúnan esfuerzos la Universidad de Estocolmo, la Unión ParlamentariaInternacional e IDEA, unaorganización de apoyo a la democracia.La página ofreceun mapamundi para consultar la implantación de estamedida de acción positiva.
La páginaofrece un variado panorama de cuotas parlamentarias, consultable con un click. En 15 países, suexistenciaestá fijada en la Constitución. En53figura en leyes de rango inferior. Este el caso de España (36,6% de diputadas), donde no hay cremallera:la Ley de Igualdad fija que ningún sexo tendrá una presencia inferior al 40% en cada tramo de cinco candidatos electorales y en el conjunto de la lista -el PP calificó la medida como "un torpedo a la democracia" y la recurrió ante el Tribunal Constitucional-. En otros 53 Estados en los que son los partidos políticos los que, de forma voluntaria ofrecen un sistema de cuotas por sexos. Entre ellos figuraba hasta ahora Túnez, donde las mujeres ocupaban el 27,6% de los escaños del disuelto parlamento. También es el caso de Suecia, la tradicional campeona en igualdad (las mujeres tienen el 45% de los escaños), ahora superada por Ruanda (56,3% de parlamentarias), según la clasificación de la Unión Parlamentaria Internacional.
Con la paridad electoral, Túnez se instalará en los puestos de cabeza entre los países con mayor representación femenina en el poder legislativo. Las organizaciones de mujeres han acogido la decisión como una medida de justicia, como un reconocimiento, también, a su papel en la lucha contra el tirano Ben Ali. Con o sin hiyab -las feministas han aprobado el fin de la prohibición del pañuelo en los edificios públicos-, la igualdad está más cerca. Túnez vuelve a ser un modelo. Y no solo para las revueltas del mundo árabe.
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