El juez envía a la cárcel por asesinato al detenido por la desaparición de María José Arcos
El fiscal pidió libertad sin fianza para el acusado
El titular del Juzgado de Primera Instancia número 1 de Ribeira (A Coruña) ha dictado auto de ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza para Ramiro V. G., detenido el pasado martes por la desaparición hace 15 años de la compostelana María José Arcos, y a quien el juez le imputa un supuesto delito de asesinato, según ha informado el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).
La solicitud de prisión provisional comunicada y sin fianza por parte del juez Fernando Ferreiro se produce pese a que el fiscal había pedido libertad sin fianza para el acusado. Por su parte, el abogado de la familia Arcos, Evaristo Nogueira, mantuvo su petición de prisión para quien desde el principio consideraron como el principal sospechoso de la desaparición de María José, con quien había mantenido una relación sentimental.
Ramiro V. G., cámara de televisión, fue trasladado por agentes del Instituto Armado desde el cuartel de Lonzas, en A Coruña, y llegó a los juzgados de Ribeira en torno a las 9.30 horas con la cara descubierta y esposado. Tras permanecer detenido desde el pasado martes y después de haber acompañado a la Guardia Civil a los registros realizados entre el miércoles y el jueves en su domicilio y en su casa natal, el acusado se acogió a su derecho a no declarar ante el juez.
A Ribeira también se trasladaron familiares de María José Arcos para seguir puntualmente cómo evolucionaban los hechos. A las puertas de los juzgados, visiblemente emocionada, su hermana Rosa confesó que se sentían "muy, muy, muy contentos" porque el juez hubiese decidido enviar a prisión a Ramiro V.G., con quien María José mantuvo una relación sentimental y que sostienen que fue la última persona que la vio el 15 de agosto de 1996, desde cuando no volvió a saberse de ella.
Previamente a conocer esta decisión judicial, Rosa Arcos Caamaño había comentado a Europa Press que esperaba que Ramiro V. G. hablase ante el juez para poder dejar los juzgados "sabiendo qué pasó" hace 15 años. "Esperamos que hable, que diga lo que sabe y que nos podamos ir sabiendo qué pasó con María José y dejar cerrado este apartado", aseveró, pero el único detenido en relación a la desaparición de su hermana se acogió a su derecho a no declarar ante el juez, después de que este jueves tampoco declarase en la Comandancia de la Guardia Civil de A Coruña, donde permaneció desde su detención el martes por la noche.
Ante la posibilidad que ya barajaban de que no aportase datos sobre la desaparición, Rosa Arcos dijo que la familia está "tranquila" y "éste no será el final". La familia de María José Arcos ha solicitado la utilización de un geolocalizador para intentar localizar el cuerpo de la desaparecida.
Agentes de la Guardia Civil ya han realizado diversos registros en propiedades de Ramiro V. G., el pasado miércoles en su vivienda en Teo (A Coruña) y el jueves en la casa y los terrenos heredados de sus padres en Cotobade (Pontevedra), donde los agentes recogieron documentación, pero al parecer no se llegó a encontrar pruebas relevantes para el caso, según había confirmado la propia hermana de la desaparecida.
María José Arcos tenía 35 años de edad cuando se le perdió la pista y días después fue hallado su coche frente al faro de Corrubedo, en el ayuntamiento de Ribeira, y en su interior estaba su cartera, con documentación, así como otras pertenencias personales.
En su momento, su familia alertó de que el asiento del conductor estaba situado a tal distancia del volante que hubiese sido imposible que la mujer llegase a los pedales de conducción y también advirtió de sus sospechas de que la desaparecida había prestado dinero al ahora detenido. La perseverancia de esta familia posibilitó hace algún tiempo la reapertura del caso.
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