El acusado de disparar a su exnovia en Rute confiesa los hechos

El acusado de asesinar presuntamente a su ex novia, Carmen Romero, ha reconocido esta mañana en el juicio que se sigue contra él en Córdoba, que disparó a la chica la noche del 12 de septiembre de 2006 en un callejón de Rute (Córdoba), junto al centro de protección de menores donde vivía la muchacha. Carmen contaba entonces con 16 años, pero tardó tres en morir, tras quedar parapléjica, sin un riñón y con multitud de patologías relacionadas con sus lesiones. El fiscal pide 20 años de cárcel por asesinato al principal acusado, Manuel García.

Las dos primera preguntas que el fiscal ha hecho al acusado, Manuel García, han sido contundentes: "¿Disparó usted a Carmen Romero?". "Sí", ha respondido el acusado. "¿Cuántas veces?", ha insistido el funcionario del Estado. "Tres", ha respondido claramente García. Dos de aquellas balas, disparadas desde una escopeta de caza que se ha mostrado en la sala, impactaron en el cuerpo de Carmen.

En su defensa, García ha dicho que él no sabía que el arma estaba cargada. El dueño de la escopeta es Manuel Roldán, también acusado en la causa como colaborador necesario y al que se le piden 15 años, dice que acompañó a García al centro de menores pensando sin saber las intenciones de su amigo. Roldán también afirma que García sustrajo la escopeta de su casa sin que él se diese cuenta. El presunto colaborador reconoce que la escopeta la guardaba en casa sin ninguna seguridad, fuera del armero preceptivo. Roldán tenía la licencia de armas a pesar de tener diagnosticada una minusvalía mental. La versión de García difiere. Según él, la escopeta estaba en el coche porque los dos amigos habían decidido "ir al campo para pegar unos tiros

De cualquier manera, los dos amigos terminaron en la casa de acogida de menores. Frente al centro, Carmen y Manuel tuvieron una discusión, siendo testigo Roldán. Manuel García afirma que fue su compañero Roldán quien le incitó a usar el arma. "Coge la escopeta, me dijo", ha señalado el acusado de asesinato. Este extremo ha sido desmentido por el dueño del arma.

Tras los disparos, los dos hombres se subieron en el coche de García en el que habían llegado a las puertas del centro y huyeron. Preguntado por qué se montó en el coche, Roldán afirma que no sabía lo que hacía porque estaba en estado de shock. "Ni siquiera sabía que la escopeta era mía", dijo. La pareja terminó entregándose a la Guardia Civil.