La oportunidad
El Diccionario de la RAE define la oportunidad como la conveniencia de tiempo y de lugar. El concepto tiene especial importancia en ámbitos como la política o el deporte. En el mundo del fútbol, Raúl personaliza como pocos ese sentido innato para estar en el sitio adecuado en el momento justo. En la política, un gesto o una declaración cuando "no toca" puede acarrear nefastas consecuencias.
El ya famoso rap de los operarios de Garoña, en el que estos entonan una loa a la seguridad de dicha central nuclear no hubiera pasado de ser una simpática iniciativa en defensa del puesto de trabajo si no se hubiese presentado pocas fechas antes del desastre de Fukushima.
Sólo en clave cómica cabe contemplar el citado videoclip mientras al mismo tiempo nos llegan las noticias de los escapes radioactivos de la planta japonesa. Fukushima I es coetánea de Garoña. Ambas se pusieron en marcha en 1971. Además, la instalación ribereña del Ebro comparte el mismo sistema de contención con alguno de los reactores de la infraestructura siniestrada, el ahora denostado Mark I.
Sentido de la oportunidad es que el 8 de marzo, tres días antes del terremoto, la FAES de José María Aznar, consejero de Endesa, propusiera alargar la vida de las nucleares españolas hasta los 60 años y revocar la posible clausura de Garoña, prevista para 2013.
Justo lo contrario de lo que acaba de decidir Angela Merkel, considerada por la derecha europea el faro que ilumina la salida de la crisis, a base de sacrificios sociales (prolongación de la vida laboral, salario en función de la productividad, etcétera). La hasta ahora filonuclear canciller alemana no ha tenido reparo en anunciar la desconexión de los reactores más viejos del país, por cierto, todos ellos más jóvenes que el de la planta burgalesa. Y el domingo su partido ganaba las elecciones de Sajonia-Anhalt.
En pleno debate sobre la solidez de estas instalaciones, ayer comparecía ante la juez de Gandesa el exdirector de la central de Ascó I, imputado por la fuga radioactiva de 2007, catalogada de nivel 2, y que supuso la mayor multa de la historia nuclear española: 15,4 millones de euros ?y luego dicen que este tipo de energía es barata?. Ya en 1989 otro de estos fallos imposibles que sólo ocurren en el extranjero había originado el cierre de Vandellós I.
Quizá porque nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena, el Parlamento vasco ha vuelto a exigir el cierre de Garoña. Tan sólo el PP se negó a apoyar dicha petición. Zapatero ha reiterado que el reactor ?uno de los más antiguos del mundo y cuya aportación a la producción eléctrica de España no alcanza el 2%? dejará de funcionar en 2013. El problema es que en dicha fecha es muy probable que su partido no esté en el Gobierno. ¿Qué decisión tomaría Rajoy? ¿Haría caso al lobby atómico de su partido o pensaría que también en esta ocasión hay que imitar a Alemania?
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