Mascletà pasada por agua

La pirotecnia Tomás ha disparado hoy la mascletà de la plaza del Ayuntamiento de Valencia. La lluvia no ha impedido que el fuego rugiese al viento, ni que se formase una buena multitud en la plaza cubierta de paraguas. "Todo ha ido bien", han resumido los pirotécnicos, "solo ha fallado uno de los digitales del final", esto es, una especie de temporizador que activa parte de la traca en un momento concreto. Luego han añadido que "el problema es cuando llueve mientras la estás motando". Hoy ha empezado a llover tarde, por lo que los petardos ya estaban a punto y la mascletà ha aguantado bien casi hasta el final.

El balcón, pese al mal tiempo, estaba a rebosar. El Ayuntamiento había invitado a los alcaldes de la provincia, a las casas regionales y a algunas falleras mayores de otros años. Además, el consejero de Sanidad, Manuel Cervera, también ha presenciado la mascletà en compañía de la alcaldesa, Rita Barberá.

La primera edil ha visitado esta mañana una churrería que vende productos sin gluten, en la plaza Vassen de Valencia. Es el tercer año que montan el puesto, que solo en 2010 atendió a 4.000 personas. Barberá ha acudido luego a la mascletà, al balcón, con sus concejales. La presencia institucional ha resultado hoy menor que otros días: menos concejales socialistas y populares y poca presencia del Gobierno autonómico. Desde luego, la semana que viene será otra cosa. Vendrá Mariano Rajoy, líder nacional del PP, José Blanco, ministro de Fomento y Leire Pajín, ministra de Sanidad, que se sepa. Los focos se posarán de nuevo sobre los gestos que puedan compartir Rajoy y Francisco Camps, presidente de la Generalitat y en lo que diga Blanco respecto a la sucesión del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Casi, casi como al año pasado.