Piratas ametrallan y desvalijan un pesquero de Huelva en las costas de Guinea Bissau
Un joven contramaestre tiene las costillas rotas por un culatazo de uno de los asaltantes, que vestían ropas militares.- La embarcación ha sido abordada esta madrugada en alta mar
El pesquero Hermanos Delgado, propiedad de la empresa Alfonso Riera e Hijos, de Lepe (Huelva), ha sido ametrallado y abordado por piratas la pasada madrugada cuando faenaba en aguas de Guinea Bissau, ha informado la propietaria del barco, Manuela Ferrera, y el patrón, Manuel Esteban. Otro barco de la misma empresa, el Alfonso Riera, fue atacado por otro pirata que, al verse sin apoyo y no conseguir retener a la tripulación, abandonó el pesquero.
Según el patrón del Hermanos Delgado y la propietaria de la embarcación, esta fue abordada en alta mar por piratas vestidos con ropas militares, que engañaron a los 16 miembros de la tripulación para acercarse sin problemas hasta ellos. Los asaltantes los obligaron a navegar 100 millas hacia el sur, amenazados con rifles, rumbo al puerto de Guinea Conakry. La embarcación navegó toda la noche con nueve atracadores que se han apoderado de la carga del buque así como de objetos de valor de los tripulantes, antes de darse a la fuga.
Los disparos de los piratas no han producido heridos entre los miembros de la tripulación, aunque un joven contramaestre del barco ha sufrido la rotura de una costilla por un culatazo que le propinó uno de los asaltantes.
"Venían muy enfurecidos, como locos, nos alarmamos mucho. Al contramaestre le dieron con la culata de la escopeta", explicaba desde el barco, sobre las 16.00, el patrón del pesquero Manuel Esteban, de 52 años y natural de Lepe (Huelva). "Tenía miedo que nos pasara lo del Alakrana. La gente todavía se recupera".
"Hay mucha piratería por la necesidad que tienen, pero en esta zona [Senegal, Guinea Bissau] nunca nos había pasado nada", continúa Esteban aún nervioso.
Los asaltantes llegaron a las ocho de la noche de ayer, en dos cayucos. Eran 10 en total. Nueve de ellos subieron a la embarcación. Navegaron hasta las seis de la mañana.
"El teléfono no dejaba de sonar, era el embajador español, el armador,... pero no podíamos contestar", continúa Esteban. "Allí nos dimos cuenta de que no eran soldados de verdad, nos dijeron que querían marisco y dinero y que podíamos negociar", cuenta.
Finalmente, ante la negativa del patrón de entregarles toda la carga (más de una tonelada de marisco), se pusieron más agresivos. Las "negociaciones" se llevaron a cabo entre las seis y las ocho de esta mañana. Finalmente les entregaron más de 300 kilos de pescado y marisco, 700.000 francos CFA (unos 1.000 euros) y 100 euros. A las 8.00 pudieron comunicarse con el armador. Los nervios se van mitigando.
La tripulación finaliza el viaje el 27 o 28, en Dakar. "Vamos a seguir faenando, somos hombres de la mar", concluye el patrón.
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