Parejas con poco futuro
Cuando estaba embarazada de David, nos planteamos qué apellido ponerle primero -opción que existe desde 1999-. El mío, Jan, tenía la gracia y el inconveniente de que es chino. Por un lado, le haría ilusión a mi padre mantenerlo aquí, en España. Por otro, el niño se vería obligado a deletrearlo siempre y a explicar cómo se pronuncia: en todas las gestiones, siempre tengo que añadir la coletilla "Jan, J-A-N de Navarra". Al final dejamos el de mi pareja, Lobillo, que me gusta, lo veo gracioso, tierno, y creo que suena mejor la combinación Lobillo-Jan que Jan-Lobillo (en realidad no casan ni con cola). Sin más vueltas ni discusión, ni darle más importancia.
El proyecto de cambiar la forma de regular el orden de los apellidos de los recién nacidos, ¿es realmente tan polémico? ¿Se perderán de verdad cientos de apellidos de la parte final del alfabeto? Hay que recordar que sólo se decidirá por orden alfabético si los padres no se ponen de acuerdo, un 4% de parejas actualmente.Otra cosa es que no sea la mejor opción, como parece que ha reconocido hoy el Gobierno: si era injusto dar preferencia al apellido del hombre en caso de duda, ahora el que tenga el apellido mejor colocado, con mostrar su desacuerdo, ganaría. Si de verdad se quiere ser equitativo, lo mejor entonces, la opción alemana: moneda al aire.
En realidad, lo que me viene a la cabeza es que si los padres no son capaces de ponerse de acuerdo en algo así, poco futuro les espera, con toda la tensión que la llegada de un hijo añade a las relaciones de pareja. Tienen nueve meses para decidirse, y mejor que lo hagan antes, porque después, tendrán que consensuar muchas más cosas -tanto trascendentales como nimias- y en tiempo relámpago.
¿Cómo decidistéis el orden de los apellidos? ¿Hubo discusión?
Actualización a 5 de mayo de 2011: Al final, ni orden alfabético, ni moneda al aire. ¡Lo decidirá el funcionario de turno del Registro Civil! Se ha aprobado con acuerdo de todos los grupos parlamentarios del Congreso, que no sé porque montaron tanta polémica en su momento, si al final creen que es mejor solución que lo decida un desconocido sin más criterio que "atender el bien del menor"...
Parece incluso peor que el orden alfabético, porque ahora se seguirá un criterio totalmente subjetivo, al albur de una persona que, como todos, puede tener un día mejor humor que otro, un gusto personal propio, podrá ser más machista o feminista, o más o menos nacionalista, pero que decidirá sobre un tema crucial para un niño. ¡Por favor, padres recientes, llegad a un acuerdo!
Comentarios
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.