El PSC pide que el catalán sea cooficial en todas las instituciones del Estado
Montilla aboga por el federalismo y Mas da por acabada la vía constitucional
Los socialistas catalanes suelen acusar al líder de Convergència, Artur Mas, de ser un independentista camuflado que no merece la confianza de los ciudadanos por no querer explicar claramente su proyecto para Cataluña. El coqueteo de los de Mas con las consultas soberanistas ha avalado estas tesis, pero los socialistas catalanes también se sienten incómodos cada vez que se les pregunta cuál es su horizonte nacional. Ayer, unos y otros explicaron sus intenciones. Mas dio por muerta la vía constitucional para Cataluña y José Montilla se comprometió con una reforma federal de la Constitución que permita, por ejemplo, que el catalán sea cooficial en toda España.
El líder del PSC intentó repescar el ala más catalanista y la más cercana al ex presidente Pasqual Maragall con la firma de un acuerdo político con la plataforma que este fundó, Ciutadans pel Canvi. El acuerdo obliga al PSC a defender el "impulso de la España federal a través de una reforma constitucional". Además de pedir la cooficialidad del catalán en toda España, propone la reforma del Senado y la instauración estable de la Conferencia de Presidentes. También plantea la necesidad de que en el futuro las comunidades de régimen común tengan un sistema de financiación que las acerquen a las que tienen el concierto económico.
Toda esta doctrina, sin embargo, no tiene la menor aceptación en el PSOE, que la rechaza de plano. Convergència también considera que el federalismo no tiene futuro; es más: da por acabada la vía constitucional. Mas subrayó que se debe buscar una solución que pasa por explorar el concierto económico y la asunción de las infraestructuras, incluidos puertos, aeropuertos y ferrocarriles. "Esta Constitución nos expulsa y tenemos que construir nuestro proyecto de país de alguna manera", dijo el convergente, que reivindicó que se prorrogue dos años la disposición adicional tercera del Estatuto, anulada por la sentencia, y que el Estado invierta los 2.500 millones de euros que debe a Cataluña.
En el turno de preguntas, a Mas se le escapó un "qué pesadito" cuando se le comunicó que Montilla había vuelto a pedirle que aclarara si convocará un referéndum soberanista. "Me sorprende porque él ha gobernado con independentistas... ¡y que esto sea lo que más le preocupa, con la crisis que hay! Me parece poco serio. Supongo que lo hace para captar el voto del miedo", replicó Mas, que suele aplazar esa consulta hasta que haya una mayoría que la reclame. Y en algo sí le dio la razón: Montilla dijo ayer que el PSOE no le impondrá ningún pacto poslectoral. "En eso sí creo a Montilla porque ya lo ha hecho", señaló el convergente. "Cuando se trata de temas de partido o de Cataluña, vale lo que diga el PSOE; pero si es para formar un tripartito y gobernar, pasará por encima de quien sea".
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