Mas admite que la deuda hipoteca su proyecto de cambio
CiU cree que el Gobierno estará maniatado dos años
El presidente de CiU, Artur Mas, insiste desde hace tiempo en que el lema de su campaña a favor del cambio no tiene sentido si no se llena de contenido para poder transformar la Cataluña actual. Sin embargo, el candidato convergente avisa ya, en cada intervención, de la dificultad que tendrá, si gana las elecciones, para desplegar su proyecto, por los graves problemas financieros de la Generalitat, con una deuda de más de 29.000 millones de euros. Los números rojos de la caja han obligado a los convergentes a poner los pies en la tierra y a rebajar su horizonte.
En una entrevista a Ràdio 4, Mas avisó ayer que el futuro Gobierno estará maniatado por las deudas durante dos años. "Tendremos las manos atadas y muchas patatas calientes bastantes meses e incluso un par de años. Ordenar la casa, empezar a estabilizar las finanzas y recuperar el crédito y el prestigio puede costar entre uno y dos años", pronosticó en una severa reflexión. No es la primera vez que Mas lanza un aviso de ese calibre: ya ha dicho varias veces que no puede prometer grandes cosas porque la caja estará pelada. El partido socialista acusó a Mas hace semanas de insinuar veladamente con esos mensajes recortes sociales. Poco dado a entrar al trapo, el líder de CiU contestó a esa acusación tachándola de "grosera" y "zafia".
En cualquier caso, Mas apuesta por el concierto económico, la propuesta estrella de su programa, como una de las vías principales para salir de la crisis. El martes, en una comida en el Círculo Ecuestre, señaló que con esa fórmula podría rebajar el déficit fiscal un 10% y situó la cifra en 9.000 millones de euros. Desde que empezó la precampaña, Mas ha intentado buscar complicidades con los diversos foros económicos, como La Caixa, la Cámara de Comercio y el Círculo Ecuestre, exponiendo que su objetivo es situar a Cataluña en los niveles de productividad y de paro de la media europa. "Sin el concierto, no saldremos adelante", ha dicho en más de una ocasión, ante la necesidad de que Cataluña salga del café para todos y tenga un nuevo pacto fiscal, aunque no necesariamente calcado del que disfrutan en el País Vasco o Navarra.
Pero el asunto, en cualquier caso, va para largo. Mas ya ha anticipado que deberá ser en 2012, ya con el nuevo Gobierno central, porque antes es inviable. Y siempre y cuando CiU sea decisiva y logre reformar la LOFCA (Ley Orgánica de la Financiación de las Comunidades Autónomas). El tripartito sostiene que el concierto que pide Mas es inconstitucional y que lo único que hace es levantar castillos en el aire. Pero el líder de CiU replica recordando que torres más altas han caído, como es el caso de la mili y la supresión de los gobernadores civiles.
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