Blanco y Montilla cierran hoy el pacto por los trenes regionales

El acuerdo está muy maduro desde hace semanas y solo faltaba encontrar el momento adecuado para anunciarlo. La Generalitat se hará cargo finalmente del servicio de trenes regionales, tal como prevé el Estatuto catalán. Salvo catástrofe, el ministro de Fomento, José Blanco, y el presidente de la Generalitat, José Montilla, anunciarán hoy el acuerdo definitivo que debe permitir el traspaso inmediato de este servicio. Lo harán en una jornada en la que Blanco también bajará al subsuelo barcelonés para sacar pecho por el éxito del paso de la tuneladora del AVE junto a la Sagrada Familia.

El traspaso de los trenes regionales estaba pendiente desde que el año pasado se acordó la transferencia del servicio de cercanías. El Estatuto catalán dice que será competencia de la Generalitat la gestión de los servicios ferroviarios que tengan inicio y fin en cualquier punto de Cataluña. Cuando se pactó el traspaso de cercanías, la Generalitat se hizo ya con el servicio de una de las líneas consideradas de media distancia, la que une Barcelona con Puigcerdà, y la estación internacional de La Tour de Carol. Previamente se había hecho con el control del tren de La Pobla de Segur. Pero faltaban otras líneas, como la depauperada Manresa-Lleida y otras de tráfico mucho más intenso, como los servicios de media distancia a Girona, Tarragona y Lleida desde Barcelona.

Hasta ahora no se había anunciado el acuerdo porque la Generalitat confiaba en cerrar otros traspasos y anunciarlo todo junto en una reunión de la comisión bilateral Estado-Generalitat, pero hasta hoy ha sido imposible cerrar el pacto por el traspaso de la gestión de las becas universitarias, lo que ha impedido una reunión de alto nivel de la comisión. Sin embargo, Montilla y Blanco, que no querían acabar la legislatura sin un anuncio de calado en cuestión de traspasos, han decidido llevar adelante el traspaso de los trenes regionales.

Una portavoz del Departamento de Presidencia de la Generalitat explicó ayer que una vez que haya acuerdo ya no será necesario que se reúna la comisión bilateral Estado-Generalitat. Bastará con que lo haga la comisión mixta de traspasos, de carácter más técnico. Antes también se tendrá que evaluar el impacto económico de la medida para las finanzas de la Generalitat. Con todo, el Gobierno catalán siempre ha mantenido que en este caso el problema no es de dinero, puesto que el servicio de regionales no es deficitario como sí lo es el de cercanías.