Griñán llama al diálogo y evita pronunciarse sobre el éxito o el fracaso de la huelga

Una día después de la huelga, el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, se ha ajustado al guión general de su partido y ha apostado por la continuidad del diálogo para superar las diferencias sociales. A una pregunta en el Parlamento del portavoz de IU, Diego Valderas, que le ha pedido una rectificación de las políticas ante el clamor social, Griñán ha reiterado los argumentos que ha sostenido en los prolegómenos del paro: respecto a las razones de la huelga, aunque no las comparta, mano tendida. "No hablo ni de éxito ni de fracaso porque no me corresponde", ha dicho el presidente para escapar de un pronunciamiento que pueda empañar un posible escenario de entendimiento con los sindicatos. Muy al contrario, ha aprovechado la primera comparecencia pública tras la jornada de reivindicación para hacer un llamamiento al acuerdo en el marco del VII Acuerdo de Concertación Social.

Al izquierdista le ha reprochado que se arrogue la representación de los trabajadores y la iniciativa de la huelga y que la convierta en un mero argumento electoral.

Con el líder del PP, Javier Arenas, quien le ha interpelado sobre las repercusiones de las decisiones del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en Andalucía, Griñán ha rivalizado respecto a la defensa que hace cada partido de la comunidad autónoma. Mientras que el popular le ha acusado de sumisión y acatamiento ante medidas que perjudican a Andalucía, el prescidente de la Junta le ha respondido que los líderes del PP de otras comunidades dicen lo contrario y que si hay alguna política que suponga una discriminación, recurrirá.