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SI YO TE CONTARA... HISTORIAS DE LOS LECTORES
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Universitarios del mundo, uníos

Maldigo el día en el que decidí cursar estudios universitarios. Queremos trabajar, el mercado está colapsado. Aceptaríamos cualquier cosa, cualquier sueldo

Soy un joven en crisis. Laboral, emocional e incluso, crisis de identidad, ya que estamos.

Como miembro de esa generación que ni estudia ni trabaja, ni estudiará ni trabajará, de esa generación que entona el no future sin vía de escape y que se resigna a viajar por el tiempo y por los derroteros impuestos por algún ente superior gubernamental o incluso espiritual, sólo me queda maldecir a Dios (exista o no, me da igual), porque creo que es la única salida a mi rabia acumulada, a mi desazón y a mi depresión post-Licenciatura.

Me enervo y no puedo sino mostrar mi hastío y preocupación porque nos han convertido en producto, en objeto de burla. Muñecos rotos a causa de la crisis. No cuentan con nosotros para otra cosa. Nos nombran, se compadecen de nosotros. Que graciosos, ¡la generación ni-ni! Los pre-parados. Buen juego de palabras, podríamos también denominarnos pre-retardados.

Nos dedican reportajes en la televisión, programas propios. Apareceremos en los libros de historia: ¡aquella generación de tontos, ninguneados pese a su esfuerzo al realizar una carrera universitaria! Es frustrante no saber además a quien dirigir todo nuestro odio. ¿Es la culpa del sistema? ¿La sociedad? ¿Soy yo el problema? ¿¿La Crisis (con mayúscula de nombre propio, o de excusa-para-todo)??

Palmadita en la espalda: "¡Ya encontrarás algo!" Y una mierda, digo yo. Y maldigo el día en el que decidí cursar estudios universitarios, advirtiendo con mal criterio que me auguraba un futuro prometedor y provechoso, mejor en apariencia -infeliz de mi- que el de aquel bala perdida de clase (con respeto a los bala perdidas) que decidió "currar con el viejo", o de aquel que a pesar de sus contactos y enchufes, no valía un pimiento. Por favor, amigos, compañeros, superiores y gente que nos quiere de verdad, no repitáis el ya citado "ya encontrarás algo" o reproches como "si quieres trabajar, trabajas... que trabajo ya hay". Tres trabajos seguidos, más que en mi currículum.

Queremos trabajar, el mercado está colapsado. Aceptaríamos cualquier cosa, cualquier sueldo. "Yo quiero trabajar de lo mío". "Te ofrecemos limpiar la jaula de un león hambriento en el zoo sin protección alguna".

Coger el papel salmón y ver que las ofertas de empleo se reducen a peluqueros o esteticiens, a repartidores de periódicos o a empleados de restaurantes de fast-food es bastante complicado de asimilar. Aunque más complicado de asimilar es el hecho de que pierdas el culo por ser el honorable elegido de la empresa contratante entre los mil quinienetos treinta y tres inscritos a la oferta.

Parafraseando, o mejor dicho, robando el eslogan a Marx (Groucho no, el otro, el serio, el de los libros de filosofía y economía, el del Capital): UNIVERSITARIOS DEL MUNDO, UNÍOS.

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