La hermana de uno de los bomberos muertos en el incendio de Horta presenta un libro sobre la tragedia

Dolors Espinet, hermana de Ramon Espinet, uno de los cinco bomberos del GRAF de Lleida que murieron hace un año en el incendio de Horta de Sant Joan, presentó ayer La veritat crema (La verdad quema), un libro en el que trata de buscar las claves de una tragedia que, a juicio de la autora, se hubiera podido evitar.

El libro contiene numerosas críticas veladas a los responsables del Departamento de Interior y a los mandos de los Bomberos. Es una crónica del incendio a partir de la experiencia personal de Espinet, que viajó al lugar de los hechos y se entrevistó con muchas de las personas que figuran en el sumario que sobre el caso se está instruyendo en el Juzgado de Gandesa. "Es algo que me salió de dentro y creo que si no lo hubiera hecho hubiera tenido un remordimiento toda la vida. Escribir el libro me ha servido de terapia y me ha ayudado a superar el trance. Cuando se pierde a alguien tan próximo y querido como un hermano uno no se puede quedar en casa esperando a ver que dirán los informes oficiales", explica Espinet.

El libro, como no podía ser de otra manera, está escrito desde un prisma emocional, con dolor y con rabia. "Lo he escrito", señala, "para perpetuar la memoria de mi hermano entre nosotros, aunque el principal objetivo ha sido invitar a reflexionar a quien corresponda, para que hechos tan desgraciados no vuelvan a pasar, para que las cosas cambien y para que se extraigan conclusiones".

"Es un libro que hace reflexionar, sobre todo a los que mandan", añade la autora, que exige a la Justicia que llegue hasta el fondo, destape la verdad de lo ocurrido en el incendio de Horta de Sant Joan y depure responsabilidades. Los consejeros Joan Saura y Montserrat Tura le prometieron que "se sabrá todo" y que "no se ocultará nada", pero Espinet denuncia que existe mucho secretismo y pocas facilidades para acceder a la información. "Desde el primer día sospeche que escondían información y que no decían la verdad. Si se han equivocado, que lo reconozcan y se acabó. Debería ser todo más simple, pero vivimos en una sociedad en la que predomina el poder, la ambición y el interés por mantener el cargo que ocupa, y donde poco importan las vidas humanas. Lo que pasó es muy grave y no puede ser que todo el mundo esté callado".