Una Gran Vía azul y musical

Una auténtica riada de madrileños -más de 40.000, según los cálculos de la Policía Municipal a las nueve de la tarde- llevan todo el día deambulando por la Gran Vía con motivo de La Noche del Centenario, la gran fiesta para soplar las velas de cumpleaños de una arteria que comenzó a cobrar forma en la fisonomía de la ciudad en 1910. Una gigantesca alfombra azul de kilómetro y medio cubre el trayecto entre Plaza de España y la calle de Alcalá, los coches han desaparecido del asfalto y los paseantes pueden disfrutar a sus anchas de los conciertos que se suceden en tres escenarios: Plaza de España, Callao y Red de San Luis.

¿A sus anchas? Quizás no sea la definición más precisa en puntos como las intersecciones con las calles Montera o Jacometrezzo, donde dar un paso se convierte en un ejercicio de paciencia solidaria. Los asistentes curiosean entre los distintos conciertos, se fotografían con los bailarines del musical Chicago, enarbolan globos de Mamma mía (otro espectáculo de la cartelera madrileña) o colapsan los puestecitos de bebidas o de regalos. Alguno, como el del número 33 de la calle, incluso ofrece una divertida promoción especial con motivo de la festividad de San Isidro, el patrón de la metrópoli: "Por la compra de diez euros, ¡regalamos un abanico!".

A las ocho menos cuarto, frente al edificio de Telefónica, la Gran Vía parece por momentos la Avenida Corrientes bonaerense. Suena Adiós Nonino, obra cumbre de Astor Piazzolla, padre del nuevo tango, y los bailarines de Buenos Aires Tango demuestran cómo hay que agarrarse en esa "expresión vertical de un deseo horizontal", que diría la definición clásica. En Callao comienzan los preparativos de un baile colectivo al compás de I gotta feeling, el éxito de Black Eyed Peas que se convertirá en el nuevo número de 40. El musical, la obra que desde octubre se representa todas las noches en el Teatro Rialto.

Para el fin de fiesta musical toca esperar hasta las diez y media de la noche. Cinco grandes nombres del pop español de los años 80 -Nacho García Vega (Nacha Pop), Germán Coppini (Golpes Bajos), Rafa Sánchez (La Unión), Nacho Campillo (Tam Tam Go!) y Mercedes Ferrer- repasan los éxitos que hicieron de la Movida una auténtica edad de oro para los músicos madrileños. Antes de ellos, grupos noveles como Seeders, Contacto en Francia, El Alpinista o Vikxie han despertado una curiosidad desigual entre los viandantes.