Oración por el 'lehendakari' Aguirre

El obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, ofició ayer la misa que en la basílica de Begoña rindió homenaje a José Antonio Aguirre en el quincuagésimo aniversario de su muerte. Fue el segundo acto de recuerdo al primer presidente vasco, tras el que se celebró el pasado día 6 en Lehendakaritza. Cientos de personas abarrotaron el templo para arropar a su familia.

Acompañado por casi un centenar de sacerdotes, Blázquez ofició una emotiva ceremonia en la que definió a Aguirre como el lehendakari "de todos" y justificó, así, la presencia de representantes de las distintas instituciones vascas, "al margen de la adscripción política de cada uno". Acto seguido le presentó como ejemplo de la paz que "ha ganado desde hace años nuestra sociedad" e instó a que "desaparezcan definitivamente toda amenaza de violencia, las asechanzas a la libertad y el peligro de perder injustamente la vida".

La misa congregó a representantes del Gobierno, el PP, el PNV y EA

La cita congregó a numerosas personalidades del arco político vasco. Como la presidenta del Parlamento, Arantza Quiroga, la portavoz del Gobierno y consejera de Justicia, Idoia Mendia, su homólogo de Sanidad, Rafael Bengoa, el máximo responsable del PNV, Iñigo Urkullu, o el secretario general del PP, Iñaki Oyarzábal, además de los ex lehendakaris José Antonio Ardanza, Carlos Garaikoetxea y Juan José Ibarretxe. Asistieron también el secretario general de la Presidencia del Ejecutivo, José Manuel Salinero, los tres diputados forales, la presidenta de las Juntas Generales de Vizcaya, Ana Madariaga, el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, y el máximo responsable de la Asociación de Municipios Vascos, Jokin Bildarratz, entre otros.

Pero no todos los congregados eran políticos. A la misa acudieron también el presidente del Athletic, Fernando García Macua, y los hijos del primer lehendakari, Aintzane y Joseba Aguirre.