Prisión para uno de los dos colaboradores de ETA detenidos en Vizcaya

El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha decretado prisión incondicional para uno de los dos presuntos colaboradores de ETA detenidos en Vizcaya el pasado martes, Urko Izaguirre, acusado de un delito de colaboración con organización terrorista por haber prestado la furgoneta que la banda utilizó en el atentado de Calahorra. Queda en libertad el segundo arrestado, Enrique Noya, a quien Andreu ha impuesto, a instancias de la fiscalía, comparecencias quincenales y la prohibición de abandonar el territorio nacional.

En el auto, Andreu estima que existen indicios racionales y suficientes de que Urko Izaguirre "habría desarrollado labores a favor de la banda terrorista ETA, dando cobertura y suministrando la infraestructura necesaria para el desarrollo de las actividades ilegales de los miembros liberados y el resto de legales que prestan sus servicios para la organización".

En concreto, el juez considera que existen suficientes indicios que relacionan a Izaguirre con el atentado contra el cuartel de la Guardia Civil de Calahorra (La Rioja), el 21 de marzo de 2008. Según se desprende de las declaraciones de las dos personas a las que ETA secuestró y robó a continuación su vehículo para utilizarlo en el atentado de Calahorra, durante su cautiverio permanecieron en una furgoneta "habilitada específicamente en su parte posterior para un uso comercial y cuyas características singulares la diferencian llamativamente del resto de vehículos de la misma marca y modelo fabricados en serie". "Resulta significativa la gran similitud entre el vehículo en cuestión con la furgoneta de Urko Izaguirre", subraya el juez.

Enrique Noya, que ha quedado en libertad, dirigía una empresa dedicada al montaje de txoznas en la que contrató hasta siete miembros de ETA. Entre ellos, además de Urko Izaguirre, figura el ex jefe de la banda Jurdan Martitegi. También trabajaban para Noya Adur Aristegui y Jon Rosales, los dos presuntos colaboradores de ETA arrestados la semana pasada en Girona cuando se disponían a cruzar a Francia.