Un preso se escapa en taxi de los juzgados de Sevilla

Miguel R. J. se fugó ayer de los calabozos de los juzgados de Sevilla y puso en entredicho la labor de custodia de la policía. Sólo unos días después de la sorprendente fuga de la cárcel sevillana de dos internos, uno de ellos muy peligroso, la custodia de los delincuentes ha vuelto a fallar de manera imprevista. El joven, de sólo 20 años, aprovechó un descuido de los agentes para huir a la carrera hasta que tomó suficiente distancia de los agentes y tomó un taxi para huir.

El Juzgado de Instrucción 3 había enviado a prisión al delincuente, que tiene antecedentes por robo con fuerza. Pero cuando iba a ser trasladado a la cárcel, Miguel R. J. alegó que sufría un ataque de ansiedad, como adelantó la Cadena Ser, y los agentes le quitaron las esposas para que se calmara. Pero mientras los policías trasladaban al joven, otro detenido empezó a gritar diciendo que necesitaba ayuda urgente y ver a un médico. Cuando uno de los dos agentes se acercó a la celda de este segundo detenido, Miguel R. J. aprovechó para arremeter contra el agente, que cayó al suelo del empujón, y comenzar la huida hacia fuera de los juzgados. Los dos agentes persiguieron al fugado a diferente distancia seguidos de un guardia civil que custodiaba los calabozos, pero el joven corrió más que nadie. Tras varias calles, el joven cogió suficiente distancia como para poder montarse en un taxi en la cercana Avenida de Portugal