_
_
_
_
_
Reportaje:

'Manitas' de la Policía. De chapuzas, nada

El GOIT desmantela maquinaria para buscar droga y participa en operaciones contra el terrorismo

"No es tan fácil como en las películas, pero siempre conseguimos abrirlas, aunque sea a las malas". El agente Díaz [apellido ficticio] es uno de los 19 miembros del Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT). Éste comando de la Policía se encarga de abrir cajas fuertes que contienen droga o dinero, y también de localizar zulos y material usado por el narcotráfico y los terroristas en coches, buques y aeronaves. Fue creado hace 11 años, pero esta es la primera vez que accede a que se hable de su trabajo. Los manitas de la Policía han colaborado en operaciones como Malaya y Afinsa, y hasta le han buscado las cosquillas a El Solitario encontrando los disfraces que utilizaba. También han ayudado en el atentado de la T-4 de Barajas de diciembre de 2006. En su historia se han incautado de 4,5 toneladas de cocaína, 269 kilos de hachís, 35 kilos de heroína, 10 pistolas y revólveres, munición, joyas y relojes de lujo.

En sus 11 años de historia se han incautado de 4,5 toneladas de cocaína, 269 kilos de hachís y 35 kilos de heroína
Han participado en operaciones como la Malaya y la Afinsa y han encontrado los disfraces que utilizaba El Solitario
Cuentan con un equipo que funde acero de hasta 40 milímetros de grosor y unas almohadas especiales que levantan 40 toneladas de peso cada una

Parece que nada se les resiste, pero ninguno presume de sus hazañas ni se atreve a hablar de récords de tiempo en la apertura de cajas fuertes. "¿Que cuánto se tarda en abrirlas? Pues depende. No es ninguna competición. Desde 2 hasta 30 minutos. Siempre intentamos hacerlo de la manera menos lesiva; si no, se estropearía lo que hay en su interior o incluso nos podría explotar una bomba encima", afirma uno de los agentes.

Chapistas, mecánicos, ingenieros, electricistas... Todos poseen titulación de especialistas en automoción, además de otra clase de conocimientos técnicos. "A veces estaríamos perdidos de no ser porque un experto es capaz de ver dos tonalidades distintas en la pintura un coche", reconoce un agente. Levantan hasta 40 toneladas con unas almohadas especiales ("como un gato, pero a lo bestia", comenta uno de los policías); iluminan zonas rodeadas de materiales inflamables con una lámpara de gas que se eleva ocho metros en el aire, y funden acero de hasta 40 milímetros de grosor y cortan roca y hormigón con una lanza térmica [una herramienta que genera chispas gracias a oxígeno] y un equipo de corte por plasma. "¿A que se parte como si fuera mantequilla?", pregunta un técnico protegido con dos capas de guantes y unas gafas especiales mientras practica con una plancha.

Los GOIT trabajan rápido e hilan fino. En menos de 20 minutos desmontan las puertas de un coche y con una cizalla le arrancan la capota de cuajo. "Lo hacemos cuando la droga está muy escondida o cuando alguien se ha quedado encerrado en su vehículo y no se le puede rescatar de otra manera", advierte un integrante del equipo, que comenta que tanto Bomberos como Protección Civil también utilizan estas armas. "A veces nos ha ocurrido que el coche sospechoso resultaba estar limpio", comenta el responsable del equipo, Juan Maestre. ¿Y qué ha pasado? "Pues que lo hemos tenido que montar tal y como estaba y lo hemos dejado nuevecito. Bueno, con los mismos kilómetros", bromea.

Las tretas de los malos

En una demostración, varios policías enseñan un coche que interceptaron en la A-6. Todo normal, aparentemente. Al fijarse mucho, se aprecian unos puntos de soldadura que no se corresponden con el montaje original del vehículo. Doble fondo que se abre con un interruptor estratégicamente camuflado. En lugar de la rueda de repuesto hay un hueco donde se escondieron 40 kilos de cocaína. "Los malos también trabajan con expertos y la mercancía estaba tan bien sellada que ni los perros adiestrados para encontrar droga fueron capaces de detectarla", explica un GOIT.

En otro coche, previamente dispuesto por el equipo, se extrae la radio cuidadosamente y por el hueco se accede a un compartimento. En su interior descansa un revólver. "Lo que hicieron en este caso fue sustituir el airbag por una bolsa de piel donde introducían el armamento", dice otro agente.

El equipo ha colaborado en más de 200 trabajos, y uno de los últimos ha sido una maniobra internacional de rescate celebrada en Lisboa. Allí simularon una situación de emergencia creada por un movimiento sísmico junto a efectivos de países como Francia, Italia o Grecia. Actualmente trabajan en dos operaciones. "Siempre estamos dispuestos a actuar y dependemos de las necesidades de los otros departamentos. Pero es difícil que no nos llamen", aclara orgulloso Maestre. En 2009 participaron en 44 misiones.

Un miembro de los GOIT utiliza una de sus herramientas para desmontar un coche.
Un miembro de los GOIT utiliza una de sus herramientas para desmontar un coche.DGP

Parte del equipo de los GOIT

-Tres vehículos con generador eléctrico y compresor de aire.

- Equipo de corte por plasma de hasta 40 milímetros de acero.

- Almohadas de levantamiento de pesos de 40 toneladas.

- Lanza térmica que corta metales y perfora hormigón y roca.

- Medidores de densidad.

- Cizalla de impacto.

- Equipos de respiración autónomos.

- Cámara térmica para búsqueda de zulos.

- Detectores de gases portátiles.

- Sierras sable.

- Radiales de distintas medidas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_