Pulso fratricida en el Barça

Aunque las elecciones a la presidencia del Barcelona, previstas para el próximo año, todavía no han sido convocadas, ya se han anunciado varias precandidaturas, y la mayoría están relacionadas con el actual consejo, presidido por Joan Laporta, que no puede presentarse a la reelección. La última es la de Jaume Ferrer, actual vicepresidente, responsable del área de patrimonio y de la sección de balonmano, y además persona vinculada a la familia Pujol Ferrusola y cuya continuidad en la directiva se ha cuestionado en las diferentes crisis que se han sucedido. Al final, sin embargo, Ferrer se ha mantenido siempre en su puesto -no votó en el proceso de voto de censura después de alegar un compromiso familiar- y hoy es uno de los cuatro directivos que permanecen en la junta desde los comicios del año 2003, juntamente con Alfons Godall, Josep Cubells y Tito Castro.

El vicepresidente Godall ha expresado también su intención de presentar una candidatura que inicialmente cuenta con el apoyo del presidente y del aparato del club, que lidera el director general, Joan Oliver. Laporta, en cualquier caso, ha declinado pronunciarse públicamente hasta el momento en que "crea que no se perjudica a la institución". El presidente ha sido hasta ahora incapaz de vertebrar una lista única y su gestión ha provocado 15 dimisiones en el consejo. Los sondeos señalan precisamente al ex vicepresidente Sandro Rosell como el favorito de las elecciones, de la misma manera que la figura de otro ex vicepresidente, Ferran Soriano, puede desempeñar un papel clave en el largo proceso.

Soriano, presidente de Spanair, aún no ha decidido, o al menos no lo ha anunciado, si se presentará a los comicios. La intención de Godall es convencer a Soriano para que forme parte de su lista, circunstancia que ha acentuado la fractura en la junta con el grupo liderado por Ferrer.

La figura de Ferrer, por su parte, es mejor vista por Rosell ?tanto por cuestiones personales como de afinidad política?, y de ahí el recelo de Laporta, más partidario inicialmente de un candidato duro como era Xavier Sala i Martín o de un directivo fiel como Godall. No hay que olvidar, por otra parte, que Rosell y Soriano acabaron muy distanciados en su etapa de directivos y que a Laporta le disgustaría mucho que su sucesor fuera Rosell.

La directiva, de momento, está partida por la mitad, con partidarios tanto de Godall como de Ferrer, y las posibilidades de alcanzar un acuerdo son muy complicadas. La presentación de dos candidaturas continuistas subrayaría la atomización del actual modelo o acentuaría la sensación de que ha acabado por convertirse en una gestión personal e intransferible del presidente Laporta.

La pugna electoral se anuncia competida, ya que los aspirantes ni siquiera se han concedido una tregua navideña tras culminar el éxito del equipo con la conquista de la sexta Copa. A la agitación contribuyó el propio Laporta cuando aseguró en RAC 1 que no renunciaba a adelantar los comicios, cuya fecha límite es el 15 de junio de 2010. También han anunciado su intención de concurrir a las elecciones Jaume Guixà y Agustí Benedito, ex miembro de la comisión social y persona vinculada a Laporta hasta que se denunció la vinculación del bufefete de abogados del presidente a la posible venta del Mallorca. Hay, por lo demás, grupos de socios que intentan articular una lista alternativa que no haya tenido relación con la junta de Laporta. Una intentaría convencer a Carles Rexach como candidato presidencial, según informó ayer Miguel Rico en Mundo Deportivo.Las distintas opciones coinciden en que lo único indiscutible es la continuidad de Guardiola. La inestabilidad de la junta no ayuda precisamente a garantizar las mejores condiciones para facilitar el trabajo del entrenador.

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