Atraca un banco y se entrega al rato en comisaría con el botín

La desesperación que trae la crisis puede hacer crecer el número de delitos. Pero la falta de experiencia de los criminales da lugar, a veces, a situaciones paradójicas. Dos de ellas se han producido en una semana en Valencia.

La primera tuvo como protagonista a un varón español, de 29 años, que acudió el domingo a la comisaría de la Policía Nacional de Torrent para confesar que su denuncia del 3 de octubre, presentada en la misma sede y en la que afirmaba haber sufrido un robo con intimidación en el aeropuerto de Barajas, era falsa. Al parecer se lo había inventado para cobrar la indemnización del seguro.

El hombre, que no tenía antecedentes, fue detenido por simulación de delito y puesto en libertad "tras ser oído en su declaración", según ha informado hoy la Jefatura Superior de Policía de la Comunidad Valenciana.

El segundo caso resulta todavía más raro. Un tipo de 48 años, también español, se presentó el miércoles 21 de octubre en una comisaría de Valencia y confesó a los dos agentes que había en la puerta "que un rato antes había atracado un banco".

El individuo llevaba consigo el botín, 1.500 euros, con el que se había hecho en una céntrica sucursal bancaria después de enseñarle un papel a la empleada en el que exigía que le diera el dinero de la caja "o volarían todos por el aire, a la vez que parecía guardarse algo entre la ropa".

"Lo había hecho", explicó a los policías, "por la mala situación económica en la que se encontraba". El hombre pasó a disposición judicial. El arrepentimiento se considera una circunstancia atenuante en la legislación penal.