_
_
_
_
_
El caso Millet

Un grupo de músicos reconoce que no denunciaron las prácticas de Millet por miedo

Un total de 309 entidades musicales, compositores e intérpretes secunda el manifiesto contra la gestión del ex director del Palau de la Música

Los músicos catalanes que sabían de algunas de las irregularidades que se producían en el Palau de la Música ha reconocido que no habían denunciado antes la situación por "miedo", puesto que Fèlix Millet actuaba con "poder absoluto" y si hacían alguna crítica "quedaban fuera del sistema".

Un total de 309 entidades, compositores y músicos como Albert Guinovart, Alberto García Demestres, Joan Albert Amargós, Juventudes Musicales de España o Xavier Benguerel han firmado un manifiesto, que han dado a conocer públicamente, en el que critican la gestión de Millet al frente del Palau durante los 30 años de su gestión.

Después de la lectura del texto, el catedrático de Historia de la Música de la Universidad de Barcelona, Xosé Aviñoa, ha señalado que ahora el sector ha perdido el miedo. "Antes, la gente sabía pero callaba", ha apostillado. Por su parte, la periodista Mònica Pagès, artífice del documento, ha remarcado que durante años el poder de Millet fue absoluto. "No existía ninguna corriente crítica y además teníamos mucha dificultad para acceder a los medios de comunicación. Había miedo por este poder absoluto y por la gran influencia que tenía".

Más información
Un grupo de músicos reclama un director artístico para el Palau de la Música
El Palau no tenía rumbo musical

Todos los que han participado en la presentación del documento han coincidido, asimismo, en que estos hechos deben servir para que el Palau de la Música vuelva a ser "el templo de la música catalana" y han llegado a pedir que se convoque un concurso internacional para crear la plaza de un nuevo director artístico.

Víctimas de la negligencia

A la vez, han subrayado la necesidad de que los colectivos musicales que ya trabajan en el Palau, como el Orfeó Català o el Cor de Cambra, "víctimas de la negligencia y de unas condiciones laborales precarias", en el futuro "puedan pasar a trabajar en unas condiciones más óptimas".

El compositor Xavier Benguerel se ha sumado al debate aseverando que el auditorio modernista "hace años que era un palacio, pero sin alma, vacío" y ha recordado que en sus escenarios habían actuado músicos como Richard Strauss, Igor Stravinski, Pau Casals o Arthur Rubinstein. En cambio, con el paso del tiempo, la institución "ha sufrido una caída y una crisis profunda que ahora ha explotado".

Benguerel, que ha echado en falta una política de promoción de nuevos valores de la música catalana, ha advertido, además, de que "si no cambia la dirección del Palau de la Música de forma radical la institución puede caer en una situación parecida a la actual".

Local de alquiles

Albert Guinovart ha rematado afirmando que el Palau ha sido durante mucho tiempo "un local de alquiler, donde lo que menos importaba era la música" y ha pedido que a partir de ahora se recupere la música catalana o se hagan encargos, con criterio, a los compositores emergentes.

Jesús Rodríguez Picó, otro de los compositores presentes en el acto, ha opinado que los nuevos programadores deben tener la obligación de pugnar por los grandes nombres internacionales y, a la vez, cuidar de los músicos que son poco conocidos. Su argumentación, sin embargo, no ha acabado con estas consideraciones y ha lanzado que los políticos actúan con demasiada "precaución" frente a las figuras emergentes por un tema de rentabilidad económica, que, a su juicio, no debería primar por encima de otros, como los de la calidad.

Un grupo de representantes de instituciones musicales, compositores e intérpretes, en la presentación del manifiesto contra la gestión de Millet.
Un grupo de representantes de instituciones musicales, compositores e intérpretes, en la presentación del manifiesto contra la gestión de Millet.EFE

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_