La lluvia causa inundaciones y problemas en carreteras de Vizcaya
En alerta Aragón, Navarra, País Vasco y Cantabria mientras remiten las fuertes precipitaciones en el resto del país
Las fuertes lluvias que ayer afectaron a gran parte del país empiezan a remitir y la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) sólo mantiene activada la alerta amarilla (riesgo) en Aragón, Navarra, País Vasco y Cantabria. La peor parte se la ha llevado en Euskadi, especialmente en la costa, donde se han producido inundaciones y cortes de luz y teléfono en varias calles y locales de los municipios vizcaínos de Bermeo y Lekeitio, así como balsas y desprendimientos en carreteras.
El departamento vasco de Interior ha activado este mediodía el Plan de Emergencia para Inundaciones en fase uno (el máximo es tres) y ha decidido mantener la alerta de fuertes lluvias durante toda la jornada, a la espera de que las precipitaciones disminuyan mañana. La directora de Atención de Emergencias de Interior, Elena Moreno, se ha referido a las "cifras históricas" de precipitaciones registradas hoy en municipios como Bermeo, donde se han superado los 157 litros por metro cuadrado de lluvia acumulada, con picos de casi 20 litros en 10 minutos. Moreno ha destacado que la lluvia no ha provocado ningún herido y ha detallado que los incidentes generados, tales como balsas y cortes en las carreteras y accidentes asociados, inundaciones de algunas lonjas e interrupciones del suministro eléctrico y telefónico, "no han sido especialmente graves" y han ido "poco a poco disminuyendo".
Mendizorroza, inundado
En los municipios más afectados, Lekeitio y Bermeo (Vizcaya), las precipitaciones han motivado la movilización de los bomberos, mientras que la Brigada Móvil de la Ertzaintza, Cruz Roja y DYA se han mantenido en alerta. En estas localidades de la costa la lluvia ha provocado balsas, cortes de luz e inundaciones en locales y calles. Además, el acceso por carretera a Bermeo desde Sollube y Bakio y el procedente de Gernika han sido cerrados, aunque este último ya se ha reabierto. Mientras, en Lekeitio se ha desalojado la Escuela Pública en torno a las doce del mediodía, ya que, aunque a esa hora la lluvia había remitido, el agua que caía del monte ha motivado el desalojo preventivo del centro y ha obligado a los bomberos a realizar achiques.
Las fuertes precipitaciones también han causado la inundación de varios garajes y lonjas en el barrio de Urbi de Basauri (Vizcaya), que se han visto anegados como consecuencia de la saturación de las arquetas. En Álava la lluvia no ha provocado grandes complicaciones, aunque algunos edificios, como las dependencias del campo de fútbol de Mendizorroza, han tenido goteras por los sitios que resultaron dañados durante la granizada del pasado 1 de julio. En territorio guipuzcoano no se han generado problemas de importancia, aunque, según ha advertido la directora de Atención de Emergencias, a lo largo de la tarde la tormenta se ha ido desplazando dirección este, hacia el interior de este territorio.
La Agencia Española de Meteorología ha avisado también de lluvias fuertes en Cantabria, que afectarán a la zona centro, valle de Villaverde, Liébana, litoral cántabro y Ebro, donde pueden acumularse hasta 40 litros por metro cuadrado en una hora. En Aragón, pueden registrarse hasta 15 litros por metro cuadrado en una hora en Zaragoza (Cinco Villas) y en Huesca (centro y Pirineo), zonas en las que también se esperan tormentas. También en Navarra se prevén tormentas y una precipitación acumulada de 15 litros por metro cuadrado en una hora, principalmente en el centro de la Comunidad Foral, en el Pirineo y en la vertiente cantábrica.
Un tornado "como una bomba"
El dueño del restaurante de la playa del Arenal de Jávea (Alicante) afectado por un tornado, que ayer causó cuatro heridos leves, ha relatado hoy que el impacto fue "tremendo, como una bomba". En declaraciones a Efe, Julián Soler, dueño del establecimiento Austríaco, ha indicado que sobre las 15.15 comenzó a llover una gran cantidad de agua para, a continuación, salir el sol "y al instante soplar viento, viento y viento".
"Cuando fui a cerrar la puerta de la calle, entre yo y otra persona, no pudimos cerrar la hoja: Nos tiró para atrás y fue cuando ocurrió el impacto, que fue tremendo, como una bomba y vi a toda la gente gritando, llorando", ha recordado. Entonces, la cristalera cayó sobre el comedor y causó cuatro leves, todos con ligeras contusiones salvo uno de ellos, a quien se le rompió el brazo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.