Salgado ultima para el jueves las cifras de cada autonomía

Ningún Gobierno autónomo quiere dar muestras de debilidad, por lo que ni los más leales al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, los socialistas, se comprometen a apoyar el nuevo modelo de financiación autonómica "hasta conocer las cifras y los criterios". Esta precisión la hizo ayer el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, y en privado la sostienen el resto de los presidentes socialistas.

Pero la espera será corta, ya que la vicepresidenta económica, Elena Salgado, tiene intención de facilitar mañana a cada presidente autonómico, personalmente o a través del secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, las cifras que le corresponden y los criterios para esa asignación. Algunos presidentes regionales cuentan con que se convoque el Consejo de Política Fiscal y Financiera para el 14 de julio.

Pero hoy se mantiene la ausencia de información, que es lo que ha provocado el malestar en algunos presidentes socialistas. Así lo expresó el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, coordinador del Consejo Territorial del PSOE, ante Zapatero en la reunión de la ejecutiva federal. "Para defender el modelo tenemos que conocerlo", señaló Barreda. Pero ahora guardan silencio, como ayer se apreció en los presidentes de Andalucía, José Antonio Griñán, y Extremadura, Guillermo Fernández-Vara, en una reunión mantenida en Sevilla tras una conferencia que el extremeño dio en la ciudad.

Mientras, ERC y CiU se enzarzaron ayer a propósito de la aportación adicional que consideran imprescindible en el futuro modelo. Bastó que el lunes ERC pusiera cifra a sus exigencias "mínimas" para que CiU le saltara ayer a la yugular acusándole de "rendirse para mantener vivo el tripartito". El presidente de ERC, Joan Puigcercós, exige 3.800 millones de euros adicionales a partir del tercer año de implantación del modelo, mientras que el de CiU, Artur Mas, asegura que no se conformará con menos de 5.000, cifra de la que habían hablado con anterioridad los republicanos.

Entre 3.000 y 3.500 millones

El Gobierno catalán pretende lograr entre 3.000 y 3.500 millones, según fuentes oficiales. El secretario general de ERC, Joan Ridao, negó ayer haber remunciado a sus objetivos y acusó a Mas de intentar "debilitar" al Gobierno catalán y de actuar con fines electoralistas. Ridao argumentó su exigencia basándose en el objetivo de reducir un tercio el déficit fiscal de Cataluña: entre 4.300 y 5.900 millones de euros. Las cuentas cuadrarían, dijo, si a los 3.800 millones se sumaran los 1.000 que se obtendrían por las inversiones en infraestructuras previstas en el Estatuto.

El secretario de Organización del PSC, José Zaragoza, acusó también al líder de CiU de "desgastar al Gobierno para sacar rédito electoral". Zaragoza reprochó, además, a Mas sus declaraciones en una entrevista de ayer mismo en Catalunya Ràdio, en las que afirmó que Francisco Camps no debe dimitir hasta que se demuestre su culpabilidad y rechazó sumarse a la "carnicería" contra el presidente valenciano.