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La remodelación del Ejecutivo

Tenacidad y energía para la gestión pública bajo una apariencia frágil

Elena Salgado (Ourense, 1949), menuda y aparentemente frágil, ha cumplido uno de sus sueños: vivir una gran pasión como la de Isolda. Amante de la ópera, la nueva vicepresidenta económica asume un papel equivalente en dificultad al de la protagonista de la obra de Wagner, su preferida

Elena Salgado (Ourense, 1949), menuda y aparentemente frágil, está a punto de cumplir uno de sus sueños: vivir una gran pasión como la de Isolda. Amante de la ópera, la nueva vicepresidenta económica asume un papel equivalente en dificultad al de la protagonista de la obra de Wagner, su preferida.

Después de cinco años en los ministerios de Sanidad y de Administraciones Públicas, Salgado tiene que sacar toda la energía que, según sus colaboradores lleva dentro, para interpretar su nuevo papel si finalmente Zapatero apuesta por ella, y pilotar la crisis económica más grave de las últimas décadas. Y necesitará toda la tenacidad que le atribuyen en su entorno para afrontar la tarea titánica que le aguarda. De la misma forma que en la difícil interpretación de Tristán e Isolda la soprano necesita toda su energía para la pieza final después de cuatro horas de actuación. Su currículo oficial asegura que es Ingeniera Industrial en la especialidad de Energía, Licenciada en Ciencias Económicas en la especialidad de Estructura y Máster en Métodos Cuantitativos de Gestión.

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Le sigue la larga lista de cargos de responsabilidad que ha ocupado en la Administración antes de llegar al Ministerio de Sanidad en 2004: directora del departamento de Estudios en el Instituto de la Pequeña y Mediana Empresa del Ministerio de Industria (1982-1984), directora General de Costes de Personal y Pensiones Públicas del Ministerio de Economía y Hacienda (1985-1991) y secretaria general de Comunicaciones del Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente (1991- 1996). Todos esos cargos los desempeñó en la etapa de Felipe González al frente del Gobierno. Cuando José María Aznar ganó en 1996 las elecciones, ella abandonó la administración.

En el sector privado

En la empresa privada fue directora de Lenci Consulting (1997-2002), consejera delegada de Vallehermoso Telecom (2002-2003), presidenta de 11811 Nueva Información Telefónica (filial de Telegate AG) durante 2003 y miembro del consejo de administración de Abertis Telecom (2004).

Pero, hasta el día de hoy, lo que queda de su imagen pública, por encima de todo, es su batalla para potenciar hábitos de vida saludables desde el Ministerio de Sanidad y, especialmente, su cruzada contra el uso del tabaco. Su ley ha sido una de las más controvertidas de la gestión de Zapatero y se extendió, por ejemplo, al consumo de grandes hamburguesas.

En su gestión al frente del Ministerio de Sanidad perdió estrepitosamente la batalla para limitar el uso del alcohol. En el último momento tuvo que retirar la ley por falta de apoyo en el Gobierno, después de numerosas presiones para dejar fuera de la norma las restricciones al consumo del vino.

Sufrió también un revés en 2006, cuando estuvo a punto de ser nombrada presidenta de la Organización Mundial de la Salud. Llegó hasta la última fase del proceso de elección.

Zapatero debía tener en la cabeza la idea de colocar a Salgado al frente de Economía cuando le encargó desde Administraciones Públicas la gestión del llamado Plan E, dotado con 8.000 millones de euros para invertir en obras municipales con las que el Gobierno esperaba crear 200.000 nuevos empleos. Sorprendió que no se lo diera a Economía, ni a la Vicepresidencia ni a Trabajo.

Salgado, diputada por Cantabria desde las últimas elecciones generales, es considerada como una persona próxima al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, también cántabro, y uno de los que más influyen en Zapatero. Ella misma no tiene un perfil político muy definido, ni dentro del partido, ni en el grupo parlamentario, ni en su presencia en los medios de comunicación. Por ejemplo, la importante decisión política de mantener la subida salarial de los funcionarios en plena crisis, la anunció su ministerio en una nota de prensa, sin previo aviso y a última hora de la tarde. En lo personal, Elena Salgado tiene una hija y confiesa ser aficionada a practicar deportes como la gimnasia, la natación y el montañismo.

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