La Coracera recupera su lustre

Las obras de la primera fase de rehabilitación del Castillo de la Coracera, fortaleza del siglo XV situada en la localidad madrileña de San Martín de Valdeiglesias, han concluido esta semana tras la inversión de más de 600.000 euros por parte de la Comunidad de Madrid.

Su recuperación es fruto del 1 % cultural, porcentaje del presupuesto del destinado a obras públicas que se reserva para trabajos de conservación de bienes culturales protegidos gestionados por la Consejería de Cultura y Turismo. En el proyecto también han participado técnicos de la Dirección General de Patrimonio Histórico, de la Dirección General de Política Financiera y de la empresa pública Arproma

En esta primera fase los trabajos se han centrado en la consolidación de la estructura, la restauración del exterior y, en especial, se ha trabajado en la Torre Albarrana y la Torre del Homenaje, dos de los puntos más atractivos del emplazamiento. A partir de ahora tendrá lugar la segunda fase de las obras, con un presupuesto estimado en torno al 1.100.000 euros, donde se restaurará el interior y se creará un museo del vino.

La historia del Castillo de la Coracera es larga y muy rica. Construido en el año 1434, se realizó por obra expresa de Álvaro de Luna, condestable de Castilla y primer valido de la historia de España bajo Juan II de Castilla, quien posteriormente fue decapitado entre sus muros a causa de las guerras con el Reino de Aragón. La fortaleza tuvo un papel importante en los siglos sucesivos por su emplazamiento de importancia estratégica, entre las ciudades de Madrid, Ávila y Toledo. Durante la Guerra de la Independencia fue utilizado como cuartel francés, época en la que sufrió numerosos desperfectos. Ya en el siglo XX fue comprado por el barón de Sacro Lirio, quien lo utilizó como residencia personal, antes de pasar a manos de la Fundación Castillo de la Coracera, los dueños actuales del monumento.