Una cárcel bioclimática y que respeta el entorno en Morón
Sevilla II servirá para descongestionar los otros centros andaluces y acercar a su provincia a los presos sevillanos
El centro penitenciario Sevilla-2, que entrará en funcionamiento en septiembre, se ha inaugurado en un acto en el polideportivo de la cárcel que ha contado con la presencia del secretario de estado de Seguridad, Antonio Camacho, y la secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo.
Camacho ha destacado que la nueva cárcel se ha concebido como un centro bioclimático con todas las comodidades para conseguir que algunos ciudadanos "vivan un poco mejor y facilitemos su reinserción en la sociedad, donde puedan disfrutar de nuevo de todos sus derechos". Gallizo ha señalado que el penal aliviará la sobreocupación de los demás centros andaluces y está pensado para aproximar a los reclusos naturales de Sevilla a su provincia natal.
Este nuevo centro, que será el decimoquinto en tierras andaluzas y el segundo construido en los últimos 4 años después de Puerto III, en El Puerto de Santa María (Cádiz), está diseñado de acuerdo con el entorno, pintado en color albero y verde oliva imitando los campos que la circundan, ya que en su construcción se ha buscado la integración en el entorno, según ha explicado el arquitecto Luis González, quien también ha destacado que dispone de unas salas llamadas de "comunicación en convivencia" , pensadas para facilitar los encuentros de varias familias de reclusos.
"Un pueblo autosuficiente"
Su diseño se basa en el realizado para la cárcel de Puerto III. De esta manera, el centro penitenciario de la localidad sevillana está formada por 16 minicentros, con servicios culturales, sanitarios, deportivos y productivos comunitarios, que cubren todas las necesidades de los reclusos, disminuyendo los traslados a servicios comunitarios exteriores y potenciando la política de reinserción. Su director, José Vidal Carballo, que hasta estaba al frente del Psiquiátrico Penitenciario de Sevilla, ha afirmado que "funcionará como un pueblo autosuficiente", pues dispone de una panadería que fabricará su propio pan y bollería para el desayuno de 1800 personas, su propia lavandería y cocina, que elaborará menús de dieta mediterránea y también incluirá otros vegetarianos o de comida halall (aquella que pueden comer los reclusos musulmanes). Los reclusos se alojarán en 1.214 celdas dotadas de dos camas, aunque en un principio su ocupación será individual.
Entre los futuros programas del penal de Morón se incluirán algunos de tratamiento para internos condenados por violencia de género o agresión sexual y organizará unos "módulos de respeto" en los que los internos se responsabilizarán de sus propias normas de convivencia.
Está previsto que en septiembre empiecen a incorporarse la mayor parte de los 600 funcionaros con los que contará el penal y los primeros reclusos, hasta alcanzar la plena operatividad a mediados del próximo año.
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