Vecinos de Utrera impiden que la Junta de Andalucía retire sus hijos a una familia de acogida
El Gobierno andaluz considera que la familia no es idónea para criar a los niños porque el padre no acudió a un curso por estar trabajando
Varias decenas de vecinos se han movilizado esta mañana a las puertas de la casa de una familia residente en la localidad sevillana de Utrera para impedir que le retiren la tutela de dos niños que tienen en acogida desde hace siete meses. Los servicios de la Junta debían recoger a Nerea y Antonio de siete y cinco años, a las nueve de la mañana, al considerar que la familia de acogida no reúne los requisitos necesarios para su cuidado.
Según Carmen, la madre de acogida "la Junta nos llamó para decirnos que no podían ir por los niños por el circo que habíamos formado". Durante la movilización en la calle Campoamor se han vivido momentos de gran tensión. Paola Sánchez Villa, hermana adoptiva de los niños, no ha podido reprimir las lágrimas de impotencia, y ha asegurado que la decisión de la Junta ha sido tomada a instancias de la madre y la abuela biológica de los menores, que "no quieren que sigan en el hogar de acogida".
Enrique Sánchez, el padre de acogida, ha señalado que la Junta prefiere que los niños "estén en un centro a que los cuide una familia". La situación tuvo un agravante, pues Sánchez no pudo asistir al "curso de idoneidad" por coincidirle con el horario de trabajo, lo que ha provocado que la acogida temporal finalice antes de lo previsto. El padre sustituto se ha mostrado indignado por este hecho.
La Administración andaluza pretende enviar a ambos menores a un centro de acogida al considerar que la familia "no es idónea", según los informes realizados por una psicóloga y una socióloga de la Fundación Márgenes y Vínculos que acudieron al domicilio. Paola Sánchez Villa ha adelantado que su familia asistirá hoy a una reunión con representantes del ejecutivo andaluz, donde intentarán buscar una solución a este problema.
La familia Sánchez ha subrayado que no cobra nada por cuidar de los pequeños, que conocen desde que nacieron. Nerea y Antonio fueron acogidos hace siete meses a petición de la madre biológica, que no podía hacerse cargo de ellos. El padre se encuentra en la cárcel por problemas con las drogas. Además de los niños acogidos por la familia utrerana, los padres biológicos tienen otros cinco niños, tres bajo la tutela de la abuela materna, uno vive con otro pariente, y el más pequeño está en una institución.
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