200.000 metros cuadrados de rock

Roberto Medina, presidente de Rock in Río, y Ginés López Rodríguez, alcalde de la localidad madrileña de Arganda del Rey, han presentado hoy las obras de las instalaciones del mayor festival internacional de música, que se celebrará los días 27 y 28 de junio, y 4, 5 y 6 de julio. "Seguimos un modelo que no existe en ningún otro lugar, es el mayor espacio del mundo para un macroconcierto", ha declarado Medina sobre los 200.000 metros cuadrados de descampado en los que se edificará "la ciudad del rock", con una inversión de 30 millones de euros.

Se trata de crear, con un espacio limpio, abierto, con pérgolas, fuentes y césped, "un lugar donde la mejor música será la excusa para perderse en un espacio preparado para la comodidad del público, donde cada detalle es importante y que en conjunto darán al parque el aspecto de una verdadera ciudad". Porque no es un escenario sino una auténtica ciudad con pista de hielo para practicar snowboard, un hospital, una zona para niños, un escenario de música electrónica y otro para los conciertos, 8.000 metros cuadrados de tiendas y 3.000 de restaurantes. Todo esto adosado a un pueblo de 31.096 habitantes que ocupa una superficie de 79,7 km2 a 25 km de Madrid.

Estos datos de infarto apuntan a que las instalaciones serán "lo opuesto a lo que se entiende por un festival de música, en cuanto a servicios", ha declarado Medina. "Aquí la gente viene más a la fiesta que al festival", ha apuntado el presidente de Rock in Río, que espera que el desembolso en ocio y servicios contribuya a conseguir la asistencia de las 100.000 personas diarias que han previsto como aforo para el recinto. La entrada del recinto estará decorada con un pórtico de acero de cuatro metros de alto, que dejará paso a una fuente en los laterales del paseo de 200 metros cuyo agua se moverá en función de los sonidos de la música, acabando el recorrido en la zona principal, que se situará en una superficie de césped de 50.000 metros cuadrados.

Un proyecto para "mirar al futuro"

Contará con la Carpa fashion dedicada a la moda, que tendrá lugar en un espacio de 1.000 metros cuadrados, la Carpa VIP, realizada en una superficie de 2.000 metros, con climatización y un aforo de 2.000 personas y habrá también un lugar especial para los más pequeños, que cuenta con 300 metros cuadrados. Además, esta edición quiere poner el acento en el problema del cambio climático, por lo que "se plantarán árboles, se potenciarán las energías renovables, el ahorro de electricidad y el transporte colectivo", ha añadido Medina. Concretamente, el escenario principal se sustentará con energía solar.

Por el momento, la organización sólo ha confirmado un gran grupo internacional, The Police, aunque sí hay una amplia representación de artistas españoles, como El Canto del Loco, Alejandro Sanz y Hombres G. "En España el consumo de la música es más nacional", ha argumentado Roberto Medina, que ha pedido un poco de paciencia hasta finales de febrero, momento en el que se conocerá todo el cartel, que será de unos 60 artistas en total. "Miramos en otros sitios en Madrid, como Valdebebas, pero desde el primer momento Arganda del Rey se entusiasmó", ha señalado Medina. Por su parte, el alcalde de la localidad madrileña ha declarado durante la presentación que Rock in Río "será un instrumento de desarrollo y equilibrio" que servirá a la localidad "para mirar al futuro". Arganda del Rey se convertirá en "el escenario del mundo", al albergar los conciertos del Rock in Río el último fin de semana de junio -días 27 y 28- y el primero de julio -del 4 al 6-, según palabras de López Rodríguez.

Las localidades, que estarán a la venta a principios de marzo, oscilarán entre los 40 y los 70 euros. Los organizadores de este mítico evento, por primera vez en España, cuentan para la edición madrileña con una inversión de 30 millones de euros, después de que en Lisboa la inversión rondara los 25 millones de euros. Para el empresario brasileño, no sólo un acto musical sino "un proyecto social que pretende concienciar a que con pequeñas actitudes podemos cambiar el mundo". La primera vez que se realizó en Brasil Rock in Río (1985) contó con la asistencia 1.380.000 personas y en la última ocasión, los ingresos fueron de 350 millones de dólares. Su capacidad de transmisión llegó a alcanzar los 550 millones de personas a través de más de 4.000 medios de comunicación.