El Solitario llega a España para declarar por el asesinato de dos guardias civiles
El atracador más buscado de España de los últimos diez años fue detenido en Portugal el pasado mes de julio
El atracador Jaime Jiménez Arbe, El Solitario, ha llegado este martes a España procedente de Portugal para prestar declaración en un juzgado de Tudela por el asesinato de dos guardias civiles en Castejón, Navarra, en junio 2004. El Solitario ha ingresado pasadas las cinco y media de la tarde en la prisión madrileña de Valdemoro.
Jiménez Arbe, el atracador más buscado de España de los últimos diez años, fue detenido el 23 de julio de 2007, en Figueira da Foz, adonde había acudido a cometer su última atraco antes de fugarse a Brasil.
La entrega de El Solitario se ha producido al mediodía en el Centro Penitenciario de Elvas, por parte de la policía de Portugal a las autoridades policiales españolas se ha producido en Elvas (Portugal) con "total y absoluta normalidad", según ha afirmado en Mérida la Delegación del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, que ha asegurado que se ha restringido el acceso a los medios de comunicación "para que se hiciera con la máxima discreción posible".
El Solitario será trasladado mañana a la prisión de Zuera, en Zaragoza, desde donde el jueves partirá hasta el Juzgado de Tudela, en Navarra, donde prestará declaración por su supuesta participación en el asesinato de dos guardias civiles en Castejón en junio de 2004. Tras su comparecencia ante el Tribunal de Tudela, tendrá que regresar a Portugal en un plazo de dos meses para responder ante la Justicia lusa de los delitos de intento de atraco, tenencia ilícita de armas y uso de matrículas falsas, entre otros, que le podrían acarrear una pena de hasta 20 años de cárcel.
Un subfusil incriminatorio
Uno de los subfusiles intervenidos a El Solitario en su casa de Las Rozas, Madrid, fue el utilizado para matar a dos guardias civiles de Tráfico en Castejón. El arma también fue empleada en el atraco a una sucursal bancaria de Caja Rural en Vall de Uxó (Castellón), el 10 de mayo de 2000, en el que murió un policía local.
El subfusil - de la marca MA1, tenía el número de serie borrado y había sido modificado para emplear cartuchos del calibre 45 AC - formaba parte de un auténtico arsenal que tenía almacenado en su casa: una pistola FN Browning, modelo HP1935, un revólver Smith and Wesson, que tenía la recámara modificada para emplear cartuchos del calibre 357 Magnum y una pistola Ithaca, que había sido también modificada, y fue supuestamente empleada por El Solitario en un enfrentamiento con miembros de la Guardia Civil tras un atraco a la Caja de Ahorros de Zafra (Badajoz).
Jaime Jiménez Arbe fue detenido en Portugal, donde había ido a cometer un nuevo atraco. El apodo de El Solitario, se lo pusieron las fuerzas de seguridad porque acudía solo, disfrazado con una barba postiza, y escudado en un chaleco antibalas. Para no dejar ningún tipo de huellas, Jaime Jimenez se vendaba las manos con esparadrapos. Los medios comenzaron a distribuir su imágenes, después de cada atraco por toda la geografía.
Una treintena de atracos
El Solitario no dudaba en disparar: además de los dos guardias civiles - que fueron acribillados a bocajarro desde su vehículo en plena persecución - y del Policía Municipal, hirió a varios guardias de seguridad privada que custodiaban los bancos en los que cometía sus atracos. En total, Jiménez logró hacerse con unos 600.000 euros de bote en la treintena de atracos que presuntamente cometió.
Una leyenda rodeó a El Solitario. Las fuerzas de seguridad sospecharon incluso que se tratara de un ex militar o ex miembro de las fuerzas de seguridad. Tras su detención se constató que El Solitario no había hecho ni tan siquiera el servicio militar porque sufría de una enfermedad psiquiátrica (paranoia), según informaba EL PAÍS en su edición del 24 de julio.
Sus vecinos en la urbanización de las Rozas confirmaron a este diario su compartamiento: "Es un hombre violento que había tenido follones con todos", decía un vecino de la urbanización Monte Rozas, donde residía el atracador más buscado por las fuerzas de seguridad. "Es un paranoico. Tenía dos cámaras instaladas en su chalé para vigilar a todos los que pasaran por la zona", aseguraba otro. La Policía Local, en los 18 años que llevaba residiendo en el número 29 de la Calle Galeno, tuvo que intervenir más de una vez por alguno de sus comportamientos.
Tras su detención, El Solitario siguió dando sobre todo un patético espectáculo: empezó una huelga de hambre al ser ingresado en la cárcel de Monsanto, una prisión de alta seguridad, a la que fue trasladado por ser considerado un preso muy peligroso. Poco después pedía una conexión a Interner, por creerse un ?preso especial?, pero abandonaba la huelga de hambre.
A todo esto hay que sumarle la labor de su abogado, José Mariano Trillo-Figueroa, que montó una rueda de prensa que parecía más bien un circo: "Jaime trabajaba por la liberación del pueblo español. Dice que atracaba bancos porque los bancos son los que atracan a las personas. Su intención era pasar ahora a atracar aseguradoras. Y me ha dicho que cuando ha tenido que sacar las armas y hacer uso de ellas lo ha hecho siempre en legítima defensa", dijo a los medios de comunicación allí congregados, a los que enseñó una carta manuscrita de El Solitario.
Por si fuera poco, el letrado denunció el ex general de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo y al ex presidente de la Junta de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra echaron tierra de por medio en la muerte de un pastor en manos de agentes de la guardia civil que lo confundieron con el atracador.
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