Ciclista atropellado busca testigos
Un madrileño de 26 años crea un blog para recabar testimonios del atropello que sufrió el sábado en la Gran Vía
Sergio L. García, de 26 años, es uno de esos valientes que se atreven a moverse por Madrid en bicicleta. Hasta el pasado sábado, día en el que asegura que fue atropellado en la Gran Vía. Como no logra que la mujer que supuestamente le arrolló le pague los desperfectos de su vehículo, ha abierto un blog en Internet en busca de posibles testigos del accidente: http://ciclistaatropellado.blogspot.com.
Los hechos, según cuenta Sergio en su bitácora digital, sucedieron el 2 de diciembre pasadas las ocho de la tarde en el tramo final de la Gran Vía en dirección a la calle Alcalá. Según su relato, un Seat Ibiza amarillo conducido por una mujer invadió el carril-bus por el que circulaba con su bicicleta "haciéndo que yo saltase por los aires y cayera violentamente al suelo y que mi bicicleta sufriese importantes (y caros) desperfectos".
Sergio explica que un agente de movilidad retuvo al vehículo hasta que apareció la policía municipal, que le "desaconsejó denunciar" con estas palabras: "No tienes testigos presenciales y ellos son cuatro en el coche". La policía municipal, le propuso que el seguro del coche se hiciera cargo del caso.
Sergio asegura que, tras intentar solucionar el asunto por las buenas con la conductora durante dos días, ha decidido denunciar el caso ante la justicia, para lo que necesita testigos. Con el fin de encontrarlos, el lunes abrió el blog, que se titula, muy gráficamente, Ciclista atropellado.
En estos días, ha descubierto que, en contra de los que la mujer le había prometido, no ha dado parte a su seguro. También ha pedido presupuesto para arreglar su bici, que asciende a 140 euros. Además, le duelen la espalda y las cervicales. En el blog, denuncia que se encuentra en una situación "de completa indefensión, tanto a nivel físico como moral y legal".
Asimismo, reclama más facilidades para que los madrileños puedan moverse por la ciudad en bicicleta, "algo que es perfectamente común en cualquier ciudad civilizada de Europa pero que aquí convierte al ciclista en una especie de iluminado". Sergio, que defiende que las "bicicletas en la ciudad contribuyen a una movilidad sostenible" porque "no contaminan, no hacen ruido, ocupan poco espacio y son ara promocionar su compromiso con la bici.
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