La Pantoja: "Hablo con Julián 3 minutos al día"

La tonadillera Isabel Pantoja ha concedido su primera entrevista, tras ser detenida por su posible relación con el 'Caso Malaya'. Lo ha hecho a la revista Hola, a la que ha confesado que este año termina con un sabor agridulce. Asegura sentirse "muy mal" por la presión de la prensa, que le ha juzgado sin darle opción a defenderse o a gozar de la presunción de inocencia. También se ha sentido acosada en cuanto a su relación con el ex alcalde de Marbella, Julián Muñoz, y dice estar harta de los rumores de ruptura. Quiere acabar con ellos asegurando: "Hablo con Julián tres minutos al día, que es el tiempo que le permiten". "He querido y sigo queriendo a Julián".

La entrevista exclusiva ha sido concedida a la periodista del corazón Chelo García Cortés. Desde su casa madrileña de La Moraleja, Isabel Pantoja habla, sin poder contener las lágrimas, según cuenta la revista del corazón. "Mi relación es únicamente telefónica. Es una relación difícil, pero lo que sí te puedo decir es que a él no le falta de nada. Está cuidado", explica mientras comenta que está muy dolida con mucha gente que "dice saber más" que ella.

También reconoce que la salud del ex alcalde no es del todo buena. "Yo le pido que se cuide, que es lo que más me preocupa y que coma", comenta. También quiere dejar claro que si no va a ver a su novio a la cárcel es porque "es cosa de dos" y un día tomaron la decisión de que "no volviera a ir", principalmente porque Julián "no quería que lo viera en ese estado", señala Isabel, y porque no quería que sus visitas "se convirtieran en un circo" mediático.

La tonadillera también habla de su detención en la entrevista. Explica con detalle todo lo ocurrido aquella noche dentro de su casa y su desesperación cuando la introdujeron en el calabozo. "No hacedme esto por Dios, no, que me muero. Yo les juro que no me voy a mover de aquí", recuerda la tonadillera que dijo a los policías. Le dieron una colchoneta, una manta y una botella de agua. "Pregunté donde estaba el baño porque tengo que ir muy a menudo, entonces cerraron la puerta y me dijeron: "Cuando lo necesite, llame'".

Todos estos recuerdo hacen que Isabel no tenga ganas de celebrar las fiestas, según la revista. "Estas navidades van a ser muy tristes para mí, pero no quiero que lo sean para mis hijos. A mi niña le encanta poner el árbol, el Nacimiento y adornar la casa", explica, al mismo tiempo que asegura que está muy orgullosa de sus dos hijos. También dice que no piensa rendirse: "Yo no tiro la toalla ni cuando me baño, porque mi familia y mis amigos no se lo merecen".