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Agredido un conductor de un autobús de la línea Madrid-Brunete

El chófer denuncia que un joven drogado le insultó, se ensañó con él y trató de secuestrar el autocar.- UGT exige la instalación de mamparas y emisoras en los vehículos

Un conductor de autobús de la línea 627, que cubre el trayecto Madrid-Brunete, ha denunciado hoy que el sábado pasado sufrió una agresión por parte de un joven con claros síntomas de estar drogado quien, tras propinarle golpes y patadas, intentó secuestrar el autocar porque no quería llevarle de regreso a la capital. El chico se había negado además a pagar el billete. UGT, que asegura que estas situaciones son frecuentes, ha exigido la instalación de mamparas y emisoras en los vehículos.

La víctima, Esteban Pascual, ha relatado que realizaba el recorrido entre Moncloa y Brunete cuando, a las 6.20 horas, y ya cerca de su destino, a la altura de Villanueva de la Cañada, un usuario de unos 20 años "que no estaba borracho, pero que había consumido drogas antes y durante el viaje", le exigió que le llevara de regreso a Madrid.

El conductor le replicó que no podía, ya que terminaba su jornada laboral. Según Pascual, el chico esperó a que que el resto de los pasajeros abandonara el autobús, momento en que empezó a proferirle insultos, a golpear la taquilla y a exigirle que le llevara de regreso. El conductor le ofreció trasladarle a una zona más céntrica, pero, ante la negativa del joven, empezó a increparle, propinando varios golpes y patadas al chófer, que hizo señales de auxilio al conductor de un coche que circulaba en frente.

Pascual cree que ese hecho le salvó, porque varios minutos después llegó al lugar del suceso un unidad de la Policía municipal de Villanueva de la Cañada, que contuvo y detuvo al joven agresor. Asimismo, tres personas que se encontraban cerca de la parada, al advertir la refriega, también le auxiliaron. "El chaval vino hacia mí y se ensañó. Además, se puso a vomitar y a chillar. Yo estaba encajado en el puesto del conductor y casi no me podía mover. Sus patadas y los hierros del habitáculo me dieron de lleno. Incluso pensé que si salía podía coger el autobús y secuestrarlo", afirmó Pascual.

El conductor de la empresa Auto Periferia denunció los hechos en la comisaria de Villalba y acudió a un centro médico cercano, donde le curaron varias heridas en el zona lumbar y en un dedo, contusiones en la espalda, así como diversos moratones en la pierna. El conductor ha asegurado que las amenazas y los insultos, y a veces este tipo de agresiones, son frecuentes en estos trayectos, "procedentes de jóvenes que regresan a casa después de haber bebido o de haber consumo drogas", sobre todo las madrugadas de sábados y domingos, tras una noche de fiesta.

"Cuando se montó ya advertí la situación, porque se resistió a pagar y luego empezó a hacer rimas y cantar. Además, desoyó mis advertencias de que no se podía tomar sustancias estupefacientes en el vehículo. La empresa dice que es mejor que se les deje fumar y que hagan lo que quieran, para evitar problemas", ha agregado Pascual. UGT ha exigido mayor seguridad en la red de autobuses de Auto Periferia y ha pedido a la empresa que dote de emisora a los trabajadores y colocar mamparas para evitar más agresiones. "En este tipo de situaciones de atentado contra la integridad física, teniendo una emisora los conductores podrían comunicarlo inmediatamente a la dirección de la empresa y a la policía, a fin de ser asistidos", ha añadido al sindicato, para subrayar "la continuas agresiones que sufre este colectivo profesional".

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