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Confirmada la muerte por asfixia en la piscifactoría de Illana

Los resultados de las autopsias demuestran que los cuatro fallecidos acusaron insuficiencia de oxígeno

Confirmadas las primeras sospechas. La falta de oxígeno fue el motivo de la muerte de las cuatro personas que fallecieron ayer en la fosa séptica de una piscifactoría en Illan (Guadalajar), según han informado fuentes de la investigación.

Las autopsias, que se practicaron entre las seis y las ocho de la tarde de ayer en el tanatorio municipal de Guadalajara, demuestran que las cuatro personas murieron por la misma causa.

Las fosas sépticas acumulan gases pesados que desplazan el oxígeno hacia arriba, y, cuando éste es insuficiente, puede causar la muerte por asfixia a quienes se encuentren en su interior.

Más información
Los cuatro trabajadores fallecidos en una fosa séptica no llevaban equipos de respiración

Una vez practicadas las autopsias, los cuerpos fueron entregados a las familias, que aún velan los cadáveres a la espera de que esta tarde sean enterrados en Boadilla del Monte (Madrid), en el caso del dueño de la empresa, Francisco del Olmo, y de su hijo Antonio, e incinerados en el tanatorio de la M 30, en el caso de José Carlos Hernández y su esposa Cristina Clemente.

Por causas que aún se desconocen, Antonio del Olmo abrió la fosa séptica y se desvaneció dentro, lo que hizo que su padre tratara de socorrerle, corriendo la misma suerte.

Les siguió José Carlos Hernández, que también sufrió los efectos de la falta de oxigeno, al igual que a su esposa Cristina, la última en introducirse en el pozo. Con éstos cuatro fallecimientos, suman ya 33 los muertos en pozos negros desde el 2000.

La mayoría de las personas que fallecen en fosas sépticas lo hacen después de entrar en ellos de forma voluntaria, y no a causa de una caída accidental. La limpieza de fosas, pozos, colectores de aguas residuales y tanques requiere personal especializado por la toxicidad de los gases que desprenden estas instalaciones. En 2003, cuatro miembros de una familia de Murcia murieron consecutivamente en un pozo negro en situaciones muy similares. Hace siete años, un padre y sus dos hijos corrieron la misma suerte en Jaén, informa Jerónimo Andreu .

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