El juicio del 11-M queda visto para sentencia tras cuatro meses de intensos trabajos
Zougam: "No sé si fueron islamistas o no, pero yo no fui"
El juicio por los atentados del 11-M ha quedado visto para sentencia después de que 19 de los 28 acusados hicieran uso de su derecho a la última palabra y tras 57 sesiones celebradas desde el pasado 15 de febrero en el pabellón que la Audiencia Nacional tiene en la madrileña Casa de Campo. La defensa ha presentado sus últimas conclusiones y los acusados se han dirigido al tribunal, clamando su inocencia.
Visto para sentencia
Aunque el juicio comenzó con 29 acusados en el banquillo 19 en prisión preventiva y 10 en libertad-, termina con uno menos, ya que el pasado 4 de junio fue absuelto Brahim Moussaten después de que todas las acusaciones retiraran los cargos contra él. En la vista oral han declarado casi 300 testigos y no los más de 600 que estaban previstos en un principio, puesto que las acusaciones y defensas han renunciado a muchos de los que propusieron, y se han llevado a cabo alrededor de 60 pruebas periciales. La sentencia será dictada previsiblemente en octubre.
La última palabra de los acusados
Jamal Zougam, uno de los supuestos autores materiales de los atentados del 11-M ha defendido su inocencia en la última jornada del juicio por el ataque, insistiendo en que condena "este atentado o cualquier acto que acaba con la vida de personas inocentes". "No sé si fueron islamistas o no, pero yo no fui", ha concluido. El abogado de Zogugam le ha presentado como "la cabeza de turco que nos ofrecieron a todos", y ha desacreditado la actuación policial y a los testigos. Por su parte, el abogado de Rabei Osman El Sayed El Egipcio, ha presentado a su cliente como un simple inmigrante en busca de trabajo y ha tratado de derribar el "perfil de persona peligrosa" que la policía elaboró con "datos falsos" para lograr su condena y considerarle como el cerebro de los atentados del 11-M.
Último alegato de Zougam
Zougam, que ha sido el primero de los acusados en tomar la palabra en la última jornada del juicio, ha dicho que el principal testigo que le inculpó "ha caído en muchas contradicciones, seguro que nunca ha estado en ese tren". "Por este testigo llevo tres años y medio en la cárcel", ha dicho. Zougam ha declarado ante el tribunal que medios de comunicación y políticos le utilizaron entre los días 11 y 14 de marzo de 2004, día de las elecciones generales, para afirmar que "fueron islamistas" los responsables de los atentados de los trenes de cercanías. "Algunos tenían interés en que fuera yo el culpable. Yo no sé si fueron islamistas o no, probablemente sí, pero yo no fui", ha añadido.
El Egipcio
Por su parte, el supuesto ideólogo del 11-M, El Egipcio, ha reclamado justicia al tribunal en su turno de última palabra y se ha adherido a lo manifestado por su defensa. "No voy a decir más cosas, voy a contentarme con lo que ha dicho mi abogado. Sólo me gustaría pedir a la sala justicia", estas han sido las últimas palabras que han traducido los intérpretes de El Egipcio, que se enfrenta a una petición de 38.962 años de prisión y que ha salido del habitáculo blindado, desde donde habitualmente siguen el juicio los acusados presos, para hacer uso del turno de última palabra.
El Morabit
El procesado Fouad El Morabit, ha dicho en su turno que no tuvo la "más mínima participación", o actuación "ni activa ni pasiva" en la cadena de atentados que se produjeron en Madrid el 11 de marzo de 2004. "Insisto en mi total inocencia. No tuve participación, ni siquiera de forma pasiva en los terribles atentados".
Youssef Belhadj
Otro de los supuestos ideólogos del 11-M, Youssef Belhadj, ha optado también por no hacer uso de su derecho último de palabra y se ha adherido a lo manifestado por su letrado que ha asegurado que no hayninguna prueba para inculparlo y que no ha quedado acreditado que tuviera alguna implicación en la ideación de los atentados.
Trashorras
El asturiano José Emilio Suárez Trashorras para quien la Fisaclía pide 38.976 años de cárcel al considerarlo autor por cooperación necesaria del 11-M al facilitar los explosivos empleados en la masacre por la célula terrorista que la perpetró, ni siquiera ha salido de la "pecera" y desde dentro ha manifestado su intención de no querer dirigirse al tribunal.
El Haski
Uno de los considerados autores intelectuales de los atentados Hassan El Haski, ha dicho no entender, dos años después de su detención, los cargos que existen contra él. Ha destacado que ninguno de los 116 detenidos en relación con la masacre le conoce. También ha dicho que no pertenece a ningún grupo terrorista y es "completamente inocente" de cualquier acto de este tipo. "Al que tenga alguna prueba yo le desafío", ha dicho y ha señalado que su inocencia es "evidente".
Antonio Toro
El asturiano Antonio Toro, ex cuñado de Trashorras, ha hecho una breve alocución ante el tribunal en la que no ha condenado los atentados Todos los anteriores acusados que se han dirigido a la Sala expresaron su condena antes de exponer sus argumentos en su defensa. Toro ha dicho que únicamente quería concretar dos datos que considera no han quedado suficientemente claros. Así ha indicado que nunca entregó al acusado Rafa Zouhier una muestra de explosivo y ha dicho que tampoco le dió detonadores.
Rafa Zouhier
El acusado Rafa Zouhier, al que la Fiscalía considera cooperador necesario para la comisión de los atentados, ha destacado que un miembro de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil le visitó cuando ya se encontraba encarcelado y que le amenazó para que no hiciera referencia alguna a que conocía con antelación la existencia de una trama de tráfico de explosivos en Asturias. Zohuier ha explicado que el miembro de la UCO le indicó: "No digas a nadie nada de los explosivos porque sino te vas a comer 200 muertos".
Rachid Aglif
El acusado Rachid Aglif, El Conejo, presunto lugarteniente del suicida Jamal Ahmidan, El Chino, ha retado al tribunal, a que "si hay una declaración de Rafá que sea verdadera, que me metan en vez de 20 años, que me metan 40.000 millones".
Según el abogado de El Egipcio, Endika Zulueta, los datos que manejaba la policía, como que "era un experto en explosivos, que había estado preso en Egipto, que pertenecía a la Yihad Islámica egipcia o que había estado en Afganistán", datos que fueron usados para conseguir el permiso para intervenir sus comunicaciones en Francia, España o Italia, "son falsos, y la policía lo sabía". "Se han falseado los hechos para fabricar este perfil, se va creando el perfil de persona peligrosa, que se va impregnando en la sociedad", para lograr su condena. Para el letrado, se han dedicado más horas a analizar la supuesta personalidad "religiosa y extremista" de Rabei que a aportar pruebas de su implicación en los hechos, y las pruebas que se han presentado "tienen valor cero".
El abogado se ha preguntado por qué la policía no se molestó demasiado en contrastar esos datos para abogado de Jamal Zougammontar la vigilancia sobre El Egipcio y ha criticado que los agentes no lo hicieran, por ejemplo, en la Embajada de Egipto en España. En cambio, él si lo hizo cuando asumió la defensa de Osman y el embajador dijo "que nunca había estado preso en Egipto, que no hizo el servicio militar voluntario, que no consta que haya estado en Afganistán". Si hubiera estado preso o perteneciera a Al Qaeda, "no habría salido de Egipto", dice que le aseguró el embajador. También ha aportado un detalle para echar por tierra que su cliente sea el líder de Al Qaeda en España y el cerebro de los atentados. "Cuando le detuvieron llevaba encima 1,63 euros, lo que contrasta con los billetes de 500 euros hallados en Leganés. "¿Era éste el líder de Al Qaeda?", se ha preguntado.
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