Destroce una planta de hotel... sin acabar en la cárcel
NH Alcalá busca 30 voluntarios para reformar una planta del establecimiento como actividad antiestrés
Primero vino el Paintball, luego los juegos de guerra con Kaláshnikov de mentira y después destrozar coches en un depósito de chatarra con martillos pesados mientras se escucha rock duro. Todos remedios de importación para combatir el dichoso estrés de la vida moderna y para disfrutar, de paso, de un subidón de adrenalina. La denominada terapia de daño - conocida en el Reino Unido como "mantenimiento percusivo" - tiene una nueva vertiente y ha sido inventada en España. Se llama Deroombing y consiste en destrozar las habitaciones de un hotel cual estrella del pop sin acabar en la cárcel y con el beneplácito de la dirección.
Si está harto del despertador, de no llegar a tiempo al gimnasio, de comer un bocadillo delante del ordenador, del atasco nuestro de cada día, de no poder estar con sus hijos, de su jefe... puede descargar su tensión a golpes y destrozar no una habitación, sino una planta entera. La iniciativa parte de la cadena hotelera española NH, que busca a 30 personas realmente estresadas para que hagan un trabajito en su Hotel NH Alcalá (Alcalá, 66) de Madrid, frente al parque del Retiro. Enrique Tellechea, director de marca dentro del departamento de marketing de esta cadena, explica que la idea no se les ha ocurrido a ellos, sino que responde a "una petición del oyente".
"Siempre estamos remodelando nuestros hoteles y algunos clientes preguntaban si podían participar en las obras y se ofrecían hasta a destruir los muebles", indica Tellechea, para añadir: "Así que pensamos, ¿por qué no?". Sí son, en cambio, los creadores del divertido término, Deroombing, neologismo hecho según los cánones del spanglish a partir del vocablo español derrumbar y del inglés room (habitación). Tellechea aclara que "ni mucho menos se trata de tirar abajo el edifico", cuya "estructura y fachada no se tocan", sino que estamos hablando de una reforma interior que afectará a las habitaciones: solería, mobiliario, pintura...
"No es la solución, pero relaja mucho"
El hotel se está remozando y, de las seis plantas y 146 habitaciones que se redecorarán, sólo una, la segunda, se dejará en manos de los estresados para que la destrocen. De hecho, ya se han iniciado las obras en el hotel, que sigue abierto y a pleno rendimiento. Para no perturbar el descanso de los clientes, se realiza por plantas y se deja una planta "de colchón" para evitar ruidos. Tellechea admite que "el 'Deroombing' no es una solución al estrés, pero es un ejercicio liberador, relaja mucho y se liberan endorfinas". "Es una sensación parecida a la que se siente cuando se hace deporte", añade. Lanzaron la iniciativa hace unos días y la respuesta del público ha sido rápida y mayor de la esperada, ya que han recibido "más de 200 peticiones".
Tellechea indica que entre los estresados aspirantes a deroombers hay gente de "todo tipo", "desde un director general de una empresa hasta el polo opuesto: una ama de casa", lo que demuestra que el estrés no es patrimonio de los que ocupan un cargo de gran responsabilidad. Todavía se está a tiempo de presentarse voluntario a este concurso de obrero por un día. Hay que enviar un correo electrónico a marketing@nh-hotels.com en el que el interesado debe explicar por qué está estresado y por qué considera que deberían elegirle a él y no a otro. Pero sólo serán 30 los afornudados destrozones. Y no su elección no se dejará al azar, ni mucho menos.
De todos los e-mails que reciban, selecionarán a 100 aspirantes, a los que citarán el 3 de julio a las 11.00 horas en el vestíbulo del hotel. Allí, un equipo de psicólogos les esperan para someterles a diversas pruebas que determinarán quién se merece más este premio antiestrés. Las pruebas consisten en "un estresómetro que mide su nivel de agobio, una entrevista personal, una prueba de fuerza y un test". Una vez superada la prueba, se les equipará "con mono de trabajo y un mazo" para que "destrocen todo lo que encuentren". Así, podrán "derribar paredes, levantar moquetas y romper cristales, destrozar baños"... todo un sueño. Y para que nada se les resista, xada cuadrilla contará con la ayuda de varios especialistas en el martillo hidráulico, la radial o el percutor. En septiembre, una vez reahabilitado el edificio, todos los participantes en esta iniciativa, que definen como "la revolución en las terapias antiestrés", disfrutarán de una cena y de una noche en las renovadas habitaciones del alojamiento.
Los madrileños, entre los más estresados de España
La última encuesta de calidad de vida en el trabajo, elaborada por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, revela que los trabajadores navarros, catalanes y madrileños son los que sufren el mayor grado de estrés de toda España -Navarra y Cataluña alcanzan un 6 sobre 10, mientras que la Comunidad de Madrid un 5,9-. Justo en el polo opuesto, se encuentran Extremadura, País Vasco y Aragón, con niveles de 5, 5,1 y 5,2. Las mujeres registran mayor grado de estrés -con un 5,8- que los hombres -con un 5,5-. La media nacional se fija en un 5,6 .Por edades, los más estresados se encuentran entre los 30 y 54 años y alcanzan una tasa del 5,9. Los más jóvenes lo sufren en menor medida, con un nivel del 4,6. En cuanto a los estudios, a mayor cualificación, mayor estrés. Los universitarios obtienen un 6,2, en cambio, aquellos que no han finalizado la Primaria registran un estrés más bajo, un 5. También influye y mucho el tipo de trabajo. Así, quienes muestran mayor nivel de estrés son los empresarios o profesionales con asalariados a su cargo, que llegan a un 6,7. Los que padecen menos estrés son los que trabajan con o sin salario en el negocio familiar, que registran un nivel de 5 puntos.Según la actividad en la que desarrollan su trabajo, el estrés al que están sometidos es muy distinto. Mientras que los profesionales en intermediación financiera presentan una tasa del 6,7, los empleados del hogar sufren casi la mitad, un 3,6. Los trabajadores que se dedican a la educación, el transporte o las comunicaciones también muestran altos niveles de estrés, un 6,3. Muy de cerca les siguen los sectores de hostelería y servicios inmobiliarios o empresariales, en los que el nivel de estrés es del 6,1.
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