España aportará 2,58 millones de dólares al fondo de prevención de desastres que administrará el BID

España contribuirá con 2,58 millones de dólares al llamado Fondo Fiduciario para Múltiples Donantes para la Prevención de Desastres que administrará el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Este fondo, que también contará con aportaciones de Corea y Japón, proveerá donaciones para proyectos de detección de riesgos de amenazas naturales, preparación de préstamos para prevención de desastres y diseño de inversiones para prevenir o mitigar desastres.

Fuentes del BID informaron ayer de que el secretario de Estado de Economía español, David Vergara, firmó el lunes la carta de contribución de España, junto con el presidente del Banco, el colombiano Luis Alberto Moreno, en el marco de la 48ª Asamblea Anual de Gobernadores del Banco, que ayer se clausuró en Guatemala.

La asamblea, a la que asistieron los presidentes de Chile, El Salvador, Honduras y Guatemala, arrancó el lunes con una llamada unánime a “que nadie se quede atrás”. El presidente del banco, el colombiano Luis Alberto Moreno, afirmó que “necesitamos un nuevo contrato de igualdad de oportunidades para todos”.

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, instó a todos los latinoamericanos a trabajar juntos en la lucha contra la desigualdad y subrayó la necesidad de invertir más en innovación. Dando ejemplo, la mandataria chilena anunció la creación de un fondo en el BID destinado a apoyar la innovación tecnológica en Centroamérica y República Dominicana.

Su homólogo salvadoreño, Antonio Saca, hizo especial énfasis en el papel de la educación y en la necesidad de elevar los estándares actuales en este ámbito para que la región pueda ser competitiva.

Para José Manuel Zelaya, el mandatario de Honduras, lo fundamental es “vencer lo que nos divide, las fronteras, ideologías infecundas, propósitos, muchas veces de soberbia coyuntural”. que no ayudan a resolver los problemas.

Por su parte, el anfitrión de la cita, el presidente guatemalteco, Óscar Berger, destacó la importancia de la implicación del sector privado en la búsqueda de fórmulas para elevar los ingresos de las clases más desfavorecidas.

Una de las iniciativas más aplaudidas en la asamblea fue la cancelación de unos 3.400 millones de dólares de las deudas pendientes con el Banco de los cinco países miembros más pobres de la región: Bolivia, Guyana, Haití, Honduras y Nicaragua.