Del Olmo decreta prisión a los policías que participaron en un montaje sobre el 11-M
Intenta suicidarse en el calabozo uno de los agentes implicados
El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, Juan Del Olmo, ha decratado prisión para seis de los siete detenidos por integrar una presunta trama de corrupción policial. Los agentes están acusados de tráfico de explosivos, drogas y detención ilegal, y otras tres personas que trataron de relacionar -a través del diario El Mundo- su trama con la teoría conspirativa sobre el 11-M. El magistrado ha acordado la libertad bajo fianza de 10.000 euros del séptimo detenido, el agente Luis López Hidalgo, según fuentes jurídicas.
El fiscal Miguel Ángel Carballo solicitó previamente el ingreso en prisión de todos ellos. El juez ha imputado al agente de policía José Luis González Clares, al confidente policial Manuel Romero Moreno, a su esposa, Isabel García y al agente Luis López Hidalgo los delitos de tráfico de explosivos, tráfico de droga y detención ilegal. Las mismas fuentes explicaron que para López Hidalgo se ha solicitado una fianza porque no participó materialmente en los hechos que se imputan a este grupo presuntamente delictivo.
Otro de los detenidos, el abogado Gerardo Hermoso, ingresará en prisión acusado de tráfico de drogas y detención ilegal. Para los dos restantes, los agentes Celestino Rivera y Jesús Parrilla, el juez Juan del Olmo decreta igualmente la prisión provisional por un delito de revelación de secretos con grave afectación a la causa pública. Estas siete personas negaron durante su comparecencia ante el juez Del Olmo todos los delitos que se les imputan y su vinculación con cualquier actividad delictiva. Según las mismas fuentes, el ingreso en prisión de los policías tendría también como objetivo evitar la manipulación de pruebas relacionadas con esta trama.
Intento de suicidio
Uno de los policías que estaban siendo interrogados por el juez de la Audiencia Nacional, Juan del Olmo, por su implicación en un supuesto montaje sobre el 11-M se ha intentado suicidar, según han informado fuentes de la Audiencia Nacional. Según las primeras informaciones Celestino Rivera ingirió el contenido de un tubo de pastillas que llevaba consigo y que le fueron recetadas por una dolencia cardiaca. Se encuentra fuera de peligro.
Al parecer, el agente habría ingerido una elevada de cantidad de pastillas. Fue uno de los policías que le custodian quien le provocó el vómito. Además, una llamada al 112 hizo que acudiera a la Audiencia Nacional una unidad del Suma, que ha atendido al agente. Rivera y Jesús Parrilla debían declarar este martes ante el juez Del Olmo. La fiscalía había pedido prisión para otros dos agentes -José Luis González Clares y Luis López Hidalgo- y para el confidente Manuel Romero Moreno.
El caso llegó a la Audiencia Nacional tras la denuncia del hallazgo en agosto de 5,5 kilos de dinamita Goma 2 ECO. Todo apuntaba a un delito de tráfico de explosivos orquestada desde las fuerzas de orden público pero la investigación llevada a cabo por la Audiencia Nacional reveló más bien un montaje para relacionar las actividades delictivas de este grupo de agentes con el 11-M. Incluso decidieron vender la historia al diario El Mundo.
Los explosivos usados en la trama no tienen nada que ver con los atentados en los trenes de cercanías de Madrid en marzo de 2004. De hecho, según los informes policiales, la Goma 2 ECo fue fabricada en 2005 por la empresa Unión Española de Explosivos en Galdakano (Vizcaya) y fueron sustraídos en una empresa que los empleaba en una cantera en la localidad madrileña de Colmenar Viejo.
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