Un jurado popular declara culpable al 'mosso' acusado de asesinar a su mujer y a su suegra
La fiscalía y la acusación particular han solicitado una condena de 40 años de prisión
Un jurado popular ha declarado hoy culpable de dos delitos de asesinato al mosso d'esquadra Josep Lluís Rua por matar a puñaladas en mayo del año 2004 a su esposa y su suegra en su domicilio familiar de Llicá de Vall (Barcelona). En su veredicto, que se ha hecho público esta tarde en la Audiencia de Barcelona, el tribunal popular ha considerado al mosso culpable de dos asesinatos con alevosía con la agravante de parentesco, por siete votos contra dos, aunque unánimemente ha descartado que se ensañara con las víctimas, que recibieron 13 y 17 puñaladas.
Tras conocerse el veredicto del jurado, la fiscalía y la acusación particular que ejercen la familia de las fallecidas han solicitado una condena de 40 años de prisión para el mosso, que se encontraba en libertad a la espera del juicio, y su inmediato ingreso en la cárcel.
Numerosas pruebas
La defensa del agente, que ya ha anunciado que recurrirá la sentencia, ha pedido la pena mínima por dos delitos de asesinato -treinta años de cárcel-, y se ha opuesto a su ingreso en prisión con el argumento de que no hay riesgo de fuga, dado que el procesado tiene el pasaporte retenido y ha comparecido ante el juez regularmente mientras ha estado libre.
Tras una breve vistilla en la que ambas partes han expuesto sus argumentos, el magistrado presidente del tribunal popular, Fernando Valle, ha acordado el ingreso en la cárcel de Josep Lluís R., que tras su detención pasó cerca de medio año en prisión preventiva. Para declarar culpable a Rua, el jurado se ha basado en la pluralidad de indicios que apuntan a que el robo fue simulado: el vidrio de la puerta de entrada fue roto con un cenicero de dentro de la vivienda, no se echó en falta nada de valor, sólo se registraron los cajones de una habitación y varias joyas estaban esparcidas por la terraza como si hubieran sido lanzadas intencionadamente.
Además, el tribunal popular ha fundamentado su decisión en el hecho de que el reloj del acusado fue hallado bajo el cadáver de su esposa, lo que, en su opinión, demuestra que éste lo perdió al arrastrar o manipular el cadáver.
También ha argumentado el jurado que las heridas que el acusado tenía en la mano tras el doble crimen podían ser, a la luz de las pruebas forenses, producidas con el cuchillo con el que acabó con su mujer y su suegra y que su reacción cuando encontró los cadáveres no fue la propia de alguien que se topa con una escena "tan agresiva y violenta".
Sin ensañamiento pero con alevosía
En opinión del tribunal que lo juzgaba, no es sólida la coartada del acusado, que aseguró que mientras ocurría el doble crimen se encontraba en una casa que estaba construyendo el matrimonio, ya que su coche no fue visto estacionado en esa vivienda y, además, los vecinos del domicilio familiar declararon que el vehículo no se había movido de allí.
Pese a que la fiscalía y la acusación particular imputaban a Rua dos asesinatos con ensañamiento, el jurado ha descartado esa agravante, al considerar que, de acuerdo con los informes forenses, las víctimas murieron en unos instantes y no presentaban síntomas de agonía, lo que demuestra, a su entender, que Rua quiso una "muerte rápida" para ellas. Para el jurado, sí existió la agravante de alevosía en los dos crímenes porque las víctimas fueron atacadas de forma sorpresiva, mientras se encontraban "confiadas".
Jaume Codina, padre y ex marido de las víctimas, ha expresado su satisfacción por el veredicto: "queríamos que se hiciera justicia y se ha cumplido". "Ahora ya podemos llorar a mi madre y a mi hermana, algo que hasta ahora no podíamos hacer", ha añadido Silvia Codina, que ha asegurado que a partir de ahora luchará por la custodia de las hijas del procesado, que vivían con él por decisión judicial desde que fue puesto en libertad provisional.
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